En los últimos días, el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, viajó a Ciudad del Vaticano para ser designado como nuevo cardenal de la Iglesia Católica. Rossi permanecerá en la capital italiana durante un mes y medio y recién regresará a Argentina en noviembre.
El 9 de julio el Papa Francisco había anunciado que el próximo 30 de septiembre tendrá lugar una celebración denominada “consistorio” con el rito de la creación de nuevos cardenales. En esta ocasión, serán 21 los obispos que sumarán un nuevo título honorífico, de los cuales 18 tendrán derecho a voto. La celebración de la creación de los nuevos cardenales será en el cementerio de la Basílica de San Pedro con la presencia de los cardenales vigentes.
El Pontífice impondrá el birrete cardenalicio, consagrará el anillo y asignará a los nuevos purpurados su título o diaconía.
Además de Rossi también recibirá el título otro sacerdote cordobés, monseñor Víctor Manuel Fernández, recientemente designado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Sólo cuatro días más tarde, Rossi participará como flamante cardenal de la apertura de la asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, instancia de búsqueda de soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universal. Las sesiones durarán desde el 4 al 29 de octubre.
Recién tras la finalización de dicho evento Rossi volverá a Córdoba. El viernes 3 de noviembre presidirá la ceremonia de nombramiento de los nuevos obispos auxiliares de la arquidiócesis, Horacio Álvarez y Alejandro Musolino, en la explanada de la Catedral.
Ese mes Rossi pondrá en marcha una nueva estructura dentro de la iglesia local cuyo primera manifestación interna tendrá lugar el sábado 11 en el Encuentro Arquidiocesano.
¿Qué significa ser cardenal?
Cuando Rossi sea designado cardenal tendrá el título honorífico más alto que puede conceder el papa. Quienes lo reciben se convierten en miembros del Colegio Cardenalicio.
La principal misión del Colegio Cardenalicio es elegir al sumo pontífice en caso de fallecimiento o renuncia del anterior. En circunstancias habituales, el deber fundamental es aconsejar al papa en diferentes temas.
En su mayoría, los cardenales activos gobiernan diócesis o arquidiócesis importantes –como el caso de Córdoba–, presiden organismos de la Curia Romana o participan de la administración de la Santa Sede.
Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 221 cardenales. Desde el 30 de septiembre serán 242 (141 menores de 80 años y 101 no electores por haber cumplido 80 años).
De esta manera durante su papado Francisco habrá creado 99 cardenales, es decir, más del 70% de los cardenales menores de 80 años. Desde su elección en 2013, creó 121 cardenales procedentes de 66 países, en ocho consistorios. Solo hasta 2024/2025 el número máximo de electores volverá a ser inferior a 120.
El nuevo cardenal
Rossi nació el 11 de agosto de 1958 en la ciudad de Córdoba y tiene 65 años. En 1976 entró en el noviciado de la Compañía de Jesús y recibió la ordenación sacerdotal en 1986.
Es licenciado en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y realizó su tesis sobre “El discernimiento espiritual en San Ignacio”.
Fue rector de la Iglesia Del Salvador, en Buenos Aires, entre 1990 y 1992; y abrió allí el Hogar San José para personas en situación de calle.
En 1992 creó la Fundación Manos Abiertas destinada a brindar ayuda a personas pobres y vulnerables, con centros de asistencia en más de diez ciudades de la Argentina.
Entre 1992 y 1995 fue Maestro de los novicios de la Compañía de Jesús, y desde 2013 fue Superior de la comunidad de la Residencia Mayor en Córdoba, hasta 2019.
Desde fines de 2021 es el arzobispo de Córdoba en reemplazo de Carlos Ñáñez quien estuvo 23 años en el cargo.
El último cardenal de Córdoba
Si bien no nació en Córdoba, Raúl Primatesta estuvo más de 33 años al frente de la Iglesia local. Nació en Capilla del Señor (Buenos Aires) y tras ser obispo cuatro años en San Rafael (Mendoza) llegó a Córdoba en 1965 y perduró en el cargo hasta 1998.
Primatesta fue elevado al título de cardenal por el papa Pablo VI en 1973 y participó de la elección de los papas Juan Pablo I y Juan Pablo II en 1979.
Además formó parte de la Conferencia Episcopal Argentina desde 1970 hasta 2002. Falleció en 2006.
