Los nuevos protocolos de aislamiento de casos positivos y contactos estrechos puestos en marcha primero en Córdoba y nacionalizados desde este miércoles por la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, dejan de exigir el testeo para el alta de los casos confirmados y para dar por positivos a los contactos estrechos y convivientes con síntomas, pero mantiene la exigencia para una diversidad de situaciones que podrían sostener la saturación del sistema.
Lo que más preocupación genera, por distintos motivos, en cámaras empresariales e industriales y en expertos sanitarios es la exigencia de un test negativo de antígeno para el alta al quinto día del contacto estrecho asintomático y al séptimo día de quien tiene síntomas, las situaciones más frecuentes de afectación de las plantillas de trabajo.
Con casi 40 mil casos confirmados en los últimos siete días -el nuevo intervalo para considerarlos activos según los protocolos actualizados- los aislados por contactos estrechos superan las 200 mil personas, con un rango que se ubica en una media de 5,5 vínculos por cada notificación en el sistema. Para obtener sus altas, no los positivos, pero sí sus contactos deberán testearse. Esto supone una presión adicional sobre un sistema que ya luce desbordado.
Esquema del aislamiento según cada caso
Los nuevos protocolos mantienen el aislamiento de 10 días para el caso confirmado en personas sin vacunación completa, pero el periodo mayor dentro de casa es para el contacto estrecho conviviente de un caso positivo, quien debe cumplir otros cinco días de aislamiento luego del alta sin test adicional a los siete días del confirmado. Es decir: el caso positivo se queda en casa siete días y sus convivientes esos mismos siete y cinco más, luego de dar negativo al testeo.
“Para los contactos estrechos que son convivientes de un caso positivo, los días de aislamiento se comienzan a contar desde el alta del infectado, pero debe empezarlo desde el momento en que el caso da positivo. Ejemplo: si el caso dio positivo el día uno y es sintomático debe aislarse hasta el día siete. Los convivientes de él deben aislarse esos siete días y otros cinco días más, es decir, hasta el 12″, explicaron desde el Ministerio de Salud provincial.
La secretaria de Prevención y Promoción de la Salud provincial, Gabriela Barbás, explicó que el acortamiento de los plazos de aislamiento se hizo “siguiendo la información científica de los países que ya tienen más certezas sobre el comportamiento de la variante Ómicron”, que tiene un período más corto de contagio con alta carga viral, cayendo su transmisibilidad después del séptimo día desde la situación de contacto de riesgo.
Personal esencial
Una situación que generó controversia es la decisión de no requerir más aislamiento por contacto estrecho al personal esencial como equipos de salud, policías y fuerzas armadas, y quienes atienden problemáticas de la niñez en Senaf. La Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) anunció un paro de los trabajadores de salud mental para la semana próxima en contra de esta decisión. “El Gobierno manda a trabajar a personal contagiado. Se constató la grave situación con casi 40 contagios, corre riesgo incluso el sostenimiento de las guardias mínimas. Se llegó a que tomara guardia un profesional que se encuentra contagiado, que aún tiene síntomas y que aún no ha cumplido los siete días de aislamiento”, denunciaron desde la organización sindical.
Tras la reunión del Cofesa, Vizzotti listó las características del aislamiento, según cada situación. Sintéticamente:
- Contacto estrecho, con esquema de vacunas completo: cinco días de aislamiento y cinco días con cuidados máximos.
- Contacto estrecho asintomático sin vacunas o con esquema incompleto: 10 días de asilamiento, o siete días de aislamiento y un PCR negativo.
- Caso confirmado con vacunación completa: siete días de aislamiento y tres días de cuidados máximos.
- Caso confirmado sin vacunación o con esquema incompleto: el aislamiento deberá ser por 10 días.
Autotest
Sobre el autotest, que Córdoba ya pidió que se autorice, Vizzotti dijo que “se está en la etapa final de trabajo con las jurisdicciones” para definir el rol que tendrá”. Consideró que “la Argentina está capacitada” para utilizar esa herramienta. “El rol del autotest en el área educativa, en el sector privado y en el turismo permite generar un diagnóstico para evitar, aunque uno sea asintomático, que vaya a su lugar de trabajo y así evitar brotes”, afirmó la ministra, quien precisó que el Anmat está evaluando su aplicación.
De este modo, dejó sugerido que su primera aplicación sería distribuida por prioridades por el Estado, antes de que llegue a la venta libre en farmacias.
