La segunda edición del programa de vouchers educativos, destinado a ayudar a alumnos de colegios privados con el pago de las cuotas mensuales en Argentina, arrojó un dato sorpresivo tras finalizar el período de inscripción: se registró una caída de más del 40% en el número de candidatos a obtener el beneficio económico.
Según datos a los que accedió el diario Clarín, el año pasado, en el estreno del plan del Ministerio de Capital Humano, completaron el formulario 1.082.000 alumnos en todo el país. Este año, al cierre del período de inscripción, se registran 620.331 estudiantes de los tres niveles: inicial, primario y secundario.
Esto significa que completó las planillas solo un 57% de quienes lo hicieron 12 meses atrás. Del total de postulantes de este año, 84.826 cursan nivel inicial, 289.250 primaria y 246.255 secundaria.
Qué son y quiénes pueden acceder a los vouchers
El “voucher” es un complemento que aporta el Estado y está destinado a familias con hijos de hasta 18 años que asisten a instituciones educativas públicas de gestión privada de niveles inicial, primario y secundario.
El programa cubre hasta el 50% de una cuota en colegios privados que reciben entre el 100% y el 75% de subsidio estatal para su funcionamiento.
El dato sorpresivo: la caída en las solicitudes
El registro de candidatos a obtener un beneficio económico para el pago de las cuotas mensuales tuvo una caída de más del 40% en comparación con el año pasado. En 2023, 1.082.000 alumnos completaron el formulario, mientras que este año lo hicieron 620.331 estudiantes. Esto representa que solo el 57% de los solicitantes del año anterior se inscribieron en esta edición.
El descenso en la demanda de vouchers provocó sorpresa en el sistema de enseñanza privado. Desde la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA), califican al programa como una “herramienta valiosa para fortalecer la equidad en el acceso a la educación”, según expresó a Clarín Martín Zurita, secretario Ejecutivo de la entidad.
No obstante, Zurita aclaró que “sería deseable ampliar su alcance”. Consideran que el requisito de que las escuelas cuenten con un aporte estatal superior al 75% “deja fuera del programa a numerosas instituciones —y, por ende, a muchas familias— que se encuentran en situaciones socioeconómicas que justificarían plenamente su inclusión”.
AIEPA propone avanzar hacia una “implementación más inclusiva”, basada en “criterios de necesidad familiar, como el nivel de ingreso, y no en las características administrativas del establecimiento educativo”.
En contraste, el Gobierno tiene “otra lectura” sobre el descenso. Desde Capital Humano, aseguraron que “no resulta llamativo la reducción de la demanda de vouchers, en un contexto donde la reducción de la pobreza refleja el impacto de las políticas implementadas por el Gobierno de Milei”.
Enumeraron como factores explicativos la “asistencia directa en la canasta básica y en la Asignación Universal por Hijo, sin intermediarios”, junto con una “estrategia sostenida para contener la inflación”.
