La gripe o influenza sigue siendo una de las principales amenazas para la salud global. Cada año provoca epidemias estacionales que causan hasta 500.000 muertes y, en ocasiones, pandemias devastadoras como la de 1918.
Uno de los mayores desafíos en su control es la transmisión presintomática, cuando las personas infectadas contagian antes de presentar síntomas.
Los métodos de diagnóstico actuales, como las pruebas PCR, son precisos pero costosos, lentos y poco prácticos para realizar controles masivos. En ese contexto, investigadores diseñaron un sensor químico que podría cambiar el panorama: un test de sabor que permite detectar el virus en la saliva de manera rápida y accesible.
Cómo funciona el nuevo sensor de sabor
Según avanza un trabajo de la Universidad de Würzburg, en Alemania, la innovación se basa en un compuesto que reacciona frente a la enzima neuraminidasa, esencial para la replicación del virus de la influenza.
El sensor está diseñado para liberar una molécula de sabor, como el timol, cuando entra en contacto con la saliva de una persona infectada. El resultado es la aparición inmediata de un sabor distintivo en la boca que advierte de una posible infección.
Los investigadores prevén que este sistema pueda incorporarse en chicles, pastillas o películas comestibles, convirtiéndose en un detector portátil y de uso cotidiano.
Alta precisión y baja probabilidad de error
Un punto clave de este avance es su especificidad viral. Mientras que las neuraminidasas bacterianas también pueden estar presentes en la saliva, el sensor fue modificado para reaccionar sólo a la enzima viral de la influenza.
En pruebas de laboratorio, el sensor 15 respondió a la presencia del virus en apenas 30 minutos, sin activarse frente a bacterias. Esto reduce la posibilidad de falsos positivos y lo convierte en una herramienta confiable de diagnóstico preliminar.

Un recurso estratégico para la salud pública
La simplicidad de este sensor representa una ventaja frente a los sistemas actuales.
- No requiere equipos especializados ni personal técnico.
- Es económico y fácil de distribuir.
- Permite cribados masivos en poblaciones enteras.
Si se logra detectar a los infectados en fase temprana, sería posible implementar medidas de aislamiento antes de que transmitan el virus, lo que cambiaría radicalmente la estrategia de control de brotes y pandemias.
Próximos pasos: pruebas clínicas y mejoras
El sensor aún debe superar la etapa de ensayos clínicos a gran escala, donde se evaluará su eficacia en pacientes reales. Además, los investigadores estudian reemplazar el timol por denatonio, la sustancia más amarga conocida, detectable en concentraciones muy bajas y útil incluso en pacientes que pierden el gusto durante la enfermedad.
De confirmarse su efectividad, este avance podría marcar el inicio de una nueva era de diagnósticos accesibles, rápidos y de bajo costo, fundamentales para enfrentar no sólo la gripe, sino también otras enfermedades infecciosas en el futuro.