Con jurados populares comenzó este lunes en Río Cuarto el juicio contra un médico y una trabajadora social del COE, por el caso de Solange Musse (35). La joven murió de cáncer en Alta Gracia sin poder despedirse de su padre, Pablo Musse, durante la pandemia de Covid-19.
El 16 de agosto de 2020, tras tramitar los permisos correspondientes, Musse viajaba con su cuñada, Paola Oviedo (discapacitada) desde Plottier, Neuquén, a Alta Gracia. Pero en Huinca Renancó le hicieron dos test rápidos que dieron “dudoso” y los obligaron a volver a su provincia, con escolta policial.
Están sentados en el banquillo de los acusados Eduardo Andrade, exdirector del hospital de Huinca Renancó, y Analía Morales, integrante de la Mesa de Epidemiología del COE en Río Cuarto.
Se los responsabiliza por supuestamente no aplicar las excepciones previstas, para casos de fuerza mayor, en el protocolo provincial, referido al decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio del Gobierno nacional. Están imputados por presunto abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Solange hacía 10 años que luchaba contra un cáncer de mama. Vivía en Neuquén, pero en febrero se había trasladado a Alta Gracia con su madre, Teresa Oviedo, para probar un tratamiento alternativo.
Este lunes, en la primera audiencia, declararon el papá, la mamá y la tía de Solange, Paola, que se moviliza en silla de ruedas. “No es humano lo que hicieron. Violaron los derechos humanos de Paola, de Sol, el propio protocolo que ellos escribieron. Sea como sean juzgados, por mi parte no van a tener perdón”, expresó Pablo Musse ante los acusados.
Musse explicó al Tribunal que, desde el inicio del confinamiento, intentó cinco veces obtener autorización para viajar a Córdoba. El 15 de agosto la consiguió. Salió rumbo a Alta Gracia con el “permiso de regreso a casa” de Paola y el de tránsito para casos de extrema urgencia.

A último momento, desde el COE Alta Gracia le indicaron que necesitaría presentar un PCR negativo, por lo que dejó constancia por mail de que no tenía recursos para hacérselo.
De Neuquén a Huinca pasaron por cuatro controles sin inconvenientes. Pero al llegar al su provincial, por los test rápidos y sin atender razones excepcionales, los obligaron a regresar a Plottier, en condiciones que califican como “degradantes”. A los cuatro días, en Neuquén, un PCR confirmó que Musse nunca tuvo Covid. Pero su hija ya había fallecido.
“Los policías nos decían que por orden del doctor Andrada, teníamos que ir de vuelta a Neuquén (…) Nos persiguió la Policía, no nos dejaban bajar al baño, ni bajar a comprar nada (…) Tuve que hacer mis necesidades en el campo, al lado de la ruta. Yo sólo pedía que los policías no me vean. Ahora yo veo un policía y me largo a llorar, me hace mal, les agarré miedo”, dijo Paola Oviedo ante el jurado.
Primeros contrapuntos
En la presentación, el fiscal Julio Rivero comparó el caso con un rompecabezas y dijo que la pieza “más grande e irregular” es del Centro de Operaciones de Emergencia (COE). Consideró que los familiares de Solange “fueron víctimas de violencia institucional”, de “un estado autoritario”, y que también se violaron derechos de personas con discapacidad y derechos humanos.
El querellante José Nayi consideró “demostrado” el incumplimiento del protocolo 48, que obligaba a atender situaciones excepcionales, así como “el abuso por la manera en que los obligaron a volver a Neuquén”.
En tanto, el defensor Osvaldo Narcisi, sostuvo que Morales sólo colaboraba con la mesa epidemiológica del COE en Río Cuarto y no tomaba decisiones sobre quién ingresaba a la provincia. Dijo esperar “que emerjan los nombres de los verdaderos responsables” y “que caigan los que tienen que caer”. “La investigación no estuvo a la altura de las circunstancias. La sábana se ha quedado corta. Se inventan cargos y funciones para mi asistida, ¿con qué fin?”, disparó.
Morales, trabajadora social respondió preguntas. Negó haber tenido un cargo en el COE. El fiscal Rivero la consultó sobre un informe de funcionarios provinciales que la señala como responsable del COE de Huinca Renancó. La mujer rechazó rotundamente esa versión. Dijo que no conoce Huinca Renancó. Y mencionó casos de personas pasaban por puestos sanitarios con el permiso excepcional de algún ministro.
A su turno, el defensor de Andrade, Miguel Ollo Geuna, insistió en que su cliente desconocía totalmente la situación de Solange Musse. Argumentó, además, que nunca fue informado de que Pablo Musse viajaba con Paola Oviedo, una persona con domicilio en Alta Gracia.

Los defensores hicieron leer las conclusiones de un sumario interno de la Provincia, que descartaría responsabilidades funcionales.
El padre de Solange recordó con impotencia todos los reclamos infructuosos realizados. Dijo que el caso de su hija representa a todas las personas a las que les vulneraron los derechos en pandemia. Al pasar, mencionó una presentación ante el juez federal Ricardo Bustos Fierro, quien habría decidido esperar el resultado del PCR antes de pronunciarse. De inmediato, los defensores pidieron incorporar esa prueba el expediente.