En diálogo exclusivo con TN, Graf se desvinculó del crimen, sugiriendo la posibilidad de que el cadáver haya sido “plantado” en las inmediaciones de su casa. El hallazgo de los restos de Diego Fernández Lima en su propiedad ha generado una gran conmoción y puesto a Graf en el centro de la investigación.
Respecto a su vínculo con la víctima, Graf fue enfático: “Lo único que me liga a mí con Diego Fernández es que estuvimos un año en el colegio”. Aseguró que no eran amigos, que no recuerda cómo era Diego, y que no tenía relación con sus compañeros de curso, ya que él manejaba “otro círculo de amigos”.
“Diego, nunca vino a mi casa. Jamás. Jamás. Ni a hacer un trabajo, nada. Y tampoco conozco obviamente a las familias”, declaró. También afirmó no recordar el momento de la desaparición de Diego.
“Yo tengo la conciencia limpia, mi familia tiene conciencia limpia y ya está”, declaró.
Desde el descubrimiento, Graf expresó el impacto que la situación ha tenido en él y su familia. “Estamos muy mal, primero por el hecho de haber encontrado los restos. Y después toda la trascendencia de que está pasando en el día a día, el acecho mediático es tremendo. Nos sentimos señalados por la situación en general, es un ambiente en el que estamos expuestos y señalados”, manifestó.

“Yo estaba trabajando y me llama mi hermana y me dice ‘no sabes lo que pasó’. Me llama por teléfono, me tocó el timbre del arquitecto que encontró huesos humanos, qué sé yo. Entonces mi hermana dice ‘bueno, llama a la policía’, le dice al arquitecto. El arquitecto pensando que podía ser un familiar, qué sé yo. Entonces mi hermana dice ‘no, no, nada que ver’. Entonces agarró y dice ‘llamá a la policía y listo’, y así pasó”, detalló.
Y agregó: “Después de ahí yo vine de trabajar, ya eran casi cuatro menos cuarto por ahí más o menos, y después vi todos los policías y todas esas cosas. Es más, yo quise ir a ver dónde era justamente que habían encontrado los huesos y había policías por ahí, no nos dejaron obviamente pasar porque era todo como perimetral”.
Sobre el caso, dijo que no tienen ninguna teoría sobre quién pudo haber sido y que solo se limitó a señalar cómo eran los accesos a la vivienda en aquel momento.
Sobre el final, destacó que pretende que se conozca la verdad. “Cuando sepamos quién fue vamos a estar en paz”, expresó.
El macabro hallazgo que destapó el misterio
El martes 20 de mayo, la rutina de una obra en el barrio de Coghlan se transformó en una escena de terror cuando se encontraron huesos humanos en una casa que había sido alquilada por Gustavo Cerati. El encargado de la obra, Daniel Scarfo, relató que uno de los trabajadores, mientras paleaba, “vio que se abría un hueco y empezaron a caer restos hacia la obra”.
El descubrimiento ocurrió entre las dos y las tres de la tarde, y de inmediato se llamó a la Policía. Entre los restos, Scarfo se sorprendió al ver un reloj Casio, un detalle que ayudó a datar la época del hecho, indicando “del ‘84 más o menos”. Un dato clave es que los huesos fueron encontrados a una profundidad mínima, de “40 o 50 centímetros, no más. Era muy poco”.