El salto asombra: en los últimos siete días, la provincia de Córdoba reportó 8.242 casos positivos de Covid-19. La cifra representa un 370% más que los 1.750 contados en las siete jornadas anteriores. Pero la dimensión se agiganta cuando se compara con los 686 casos notificados en los siete días que van del 2 al 8 de diciembre. El aumento de casos, en apenas dos semanas, fue del 1.100%.
Este escenario era inimaginable al asomar diciembre.
Este miércoles, se reportaron 2.831 nuevos casos (el 65% de ellos en la Capital). Hay que remontar hasta el 13 de julio pasado, cuando se empezaba a salir del pico de la segunda ola, para hallar un día con más de 2.800 positivos.
La comparación con julio merece una salvedad: entonces, las camas críticas ocupadas por pacientes con Covid rondaba en 2.800, y ahora se ubican en torno de las 50. A la vez, la tasa de fallecimientos por coronavirus ha decaído notoriamente en relación a seis meses atrás.
Ambos resultados son adjudicados a los efectos de la vacunación, que han bajado claramente las hospitalizaciones y muertes.
En los últimos 14 días, se sumaron 10 mil infectados en Córdoba. Aunque no hay precisiones oficiales, una buena parte de ellos se contagió con la variante Ómicron. Se estima que cada positivo tiene, en promedio, casi seis contactos estrechos.
Sólo ese cálculo permite inferir que –como en cada escalada intensa del virus– el subreporte (los casos existentes que el sistema no testea ni detecta) es alto: los números reales están por encima de los que se ven.
Desde el Ministerio de Salud provincial, la secretaria de Prevención y Promoción, Gabriela Barbás, no le dio vueltas al asunto: señaló que el Covid “volvió a tomar una fuerza que hasta ahora nunca se había visto” y advirtió: “Si seguimos a este ritmo, la tasa de contagios va a ser incontrolable”.
También insistió con la necesidad de que la sociedad limite los encuentros sociales y que no abandone las consignas de barbijo, distanciamiento y ventilación.
Internados con Ómicron
Miguel Díaz, director del hospital Rawson, confirmó a La Voz que en Córdoba hay una primera persona internada con la variante Ómicron, aunque aclaró que ya está en condiciones de ser dada de alta. “Un trabajador de la salud estuvo hospitalizado, fue una de las personas contagiadas en el brote del Rawson”, dijo Díaz. Aclaró que tenía las tres dosis de vacunas y que no estuvo grave.
El especialista planteó que “en el transcurso de los próximos días hay que estar atentos para ver cómo repercute esta alza de casos en el sistema hospitalario”. Opinó que “el crecimiento es exponencial” y que “la curva es mucho más pronunciada que en la primera ola e inclusive que en la segunda”, Díaz acotó que “es un indicador muy fuerte; sobre todo después de dos meses en lo que prácticamente no pasó nada”.
En relación al planteo de que los actuales casos no parecen generar impacto en el sistema de salud, el director de Rawson abrió interrogantes con un cálculo sencillo: “Con que deba internarse el 2% o 3% de las personas que hoy se están contagiando, la situación ya puede convertirse en crítica para el sistema”. De todos modos, señaló que por ahora se está viendo una buena reacción en las personas contagiadas pero vacunadas con esquema completo.
¿Menos plazo para tercera dosis?
El avance de los casos se reproduce en todo el país. Según el Gobierno nacional, Tucumán, Río Negro, Neuquén, Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires se encuentran hoy con el riesgo epidemiológico más alto.
Ante el nuevo cuadro, desde el Ministerio de Salud nacional se anticipó que se estudia acortar el intervalo para aplicar la tercera dosis de vacunas contra el coronavirus.
La secretaria de Acceso a la Salud, Sandra Tirado, adelantó que la semana próxima se analizará esa posibilidad en una reunión con la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain).
Primero se había fijado en seis meses ese lapso, pero luego (ante la aceleración de la tercera ola) se bajó a cinco meses. “Estamos por analizar con la Conain acortar ese período entre que se completó el esquema de dos y el refuerzo”, afirmó Tirado.
