Córdoba espera la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para sumar los autotest como una estrategia para frenar los contagios de Covid-19. El principal objetivo es evitar la paralización de sectores prioritarios de la provincia.
“El ánimo es alivianar a los centros fijos y darles garantías a ciertas áreas que necesitan seguir trabajando y produciendo, sino nos vamos a quedar sin recursos humanos en toda la parte productiva”, indicó Diego Cardozo, ministro de Salud de Córdoba.
Autotest de coronavirus en Córdoba
Gabriela Barbás, secretaria de Promoción y Prevención de la Salud, explicó que Córdoba fue pionera en analizar esta tecnología. “Desarrollamos un estudio para evaluar cómo funcionan, su aceptabilidad y performance. También desarrollamos una aplicación para informar los resultados a través del Cidi”, explicó.
Se evaluaron diferentes kits para determinar si detectan las variantes de circulación local. “Mostraron una buena performance, incluso los datos preliminares indican que también detectan Ómicron”, comentó.
Barbás aseguró que la provisión va a depender de lo que se logre importar, pero que todavía no está resuelta cómo será esa cadena de compra. Puede comprarlos Nación y distribuirlos a las provincias o realizarlo directamente Córdoba.
Además, indicó que la decisión de que se vendan en las farmacias también depende de Anmat.
Cadena de valor prioritarias
“Nuestra intención es distribuirlos en diferentes estructuras de la cadena de valor de la educación, industria, comercio y seguridad para que en cada espacio se realice un circuito de testeo para zonas prioritarias”, comentó Barbás.
Un ejemplo es una industria en donde el sector administrativo puede hacer teletrabajo sin afecta la producción, pero la zona de manufactura debe trabajar de forma presencial. En este caso, los autotest se utilizarían en este segundo grupo. “Se va a diseñar algoritmo y una frecuencia determinada de aplicación”, precisó.
Estrategias diferentes en otros países
Hasta hace unos días, EE.UU. y Europa tenían estrategias diferentes sobre cómo utilizar los autotest. Ernesto Resnik, investigador argentino radicado en Minnesota, indicó que en EE.UU. se venden en las farmacias a 22 dólares la caja que contiene dos pruebas.
Mientras que en algunos países de Europa el estado reparte los autotests de manera gratuita. “Por el momento su acceso en EE.UU. es limitado para los que pueden comprarlo, aunque ahora el presidente Joe Biden prometió repartir 500 millones de autotests”, explicó.
Resnik cree que son una buena herramienta. “Ayudan muchísimo porque tenés el test en casa. Si sospechás, te testeás y aislás sin contagiar a gente del trabajo o incluso a los convivientes. No tenés que salir a hacerte la prueba donde podés contagiar y contagiarte en el camino”, comentó.
Y agregó que puede ser útil que se distribuyan en sectores sensibles. “En Alemania se distribuyen en las escuelas. Los chicos se autotestean tres veces por semana en el colegio”, ejemplificó.
Por su parte, Roberto Etchenique, investigador del Conicet que desarrolló diferentes protocolos para usar los tests, opinó que la estrategia de testear en los entornos laborales puede servir aunque mostró reparos sobre la eficacia de los autotest.
“En manos de alguien que no sabe cómo tomar la muestra pueden dar muchísimos falsos negativos”, advirtió.
Y agregó: “Podría servir en el caso de que los centros de testeos se transformen en foco de contagio como ahora. Pero si los centros funcionaran bien con turnos y sin hacer colas, no hay necesidad de usar autotest”.
A su vez, el experto sugirió otro método “a domicilio” que se aplica en Europa: “El estado te da el hisopo o un tarrito para juntar saliva. La persona se toma la muestra, la coloca en un envase sellado que deposita en un buzón. Consulta el resultado por la web”.
Estas muestras se podrían analizar con una técnica que está a mitad de camino entre el PCR y el test rápido. Son las pruebas moleculares isotérmicas. “En Argentina se utiliza el Neokit (industria nacional). Son mucho más seguras porque tienen más sensibilidad y dan menos falsos negativos, aún con la muestra mal tomada”, explicó.
En el fondo, Etchenique sostiene que hay una idea que la gente y las autoridades todavía no entienden: “Testearse no le sirve a la persona que se lo hace. Sólo sirve para evitar contagiar a los demás si la persona se aísla”, agregó.
Por su parte, Adolfo Rubinstein, ex ministro de Salud de la Nación, se manifestó a favor de los autotest. “Puede compararse con otros que ya se utilizan, como los test de embarazo o para detectar VPH que cualquier mujer puede usar en su casa”, ejemplificó por Twitter.
Y agregó: “Los países promueven los autotest para ampliar la detección, no los prohíben como acá. Suponen una sociedad madura y responsable que seguirá las instrucciones de uso y reportará los casos correctamente. Estamos en el medio de la tercera ola. ¿Por qué no confiar un poco en la gente?”.
