La última edición del festival de música más importante del interior del país evidenció un fenómeno que volvió a tomar fuerza tras la pandemia: los recitales son un motivo de sobra para que los fanáticos se trasladen cientos de kilómetros para ver un show.
Pero la edición número 23 del Cosquín Rock sumó una particularidad más: los turistas de otras provincias fueron locales en el predio de Santa María de Punilla.
Según una encuesta del Instituto de Cultura Contemporánea, el 60% del público que asistió los días 18 y 19 de febrero al Cosquín Rock no era de la provincia de Córdoba.
El 30% llegó desde Buenos Aires, el 14% de Santa Fe y le siguen La Rioja, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos y Mendoza como los distritos con más representantes. Incluso la República Oriental del Uruguay con 1,2% tuvo más fanáticos que varias provincias argentinas.
“Fue una semana para el recuerdo, fui con siete amigas desde Tucumán”, contó Laura Guayan.
“13 amigos me organizaron la despedida de soltero en Córdoba, viajamos desde Pilar y nos quedamos en un hostel en Villa Carlos Paz”, sostuvo Eduardo Trucco.
En el caso de Córdoba, la mayor cantidad de asistentes fue de la Capital que aportó un 20% del total.
El impacto turístico en números
Para Luca Miani, referente del equipo del Instituto de Cultura Contemporánea, fue un acierto que la fecha del festival coincidiera con el fin de semana de Carnaval porque un gran número de personas decidió tomarse las vacaciones en esos días y duplicó la cantidad de público del año anterior: pasaron de 100 mil a 200 mil personas.
“Además, el año pasado el Cosquín Rock se realizó en una fecha donde había una preocupación por la variante Ómicron de coronavirus y provocó complicaciones en la venta de tickets, sobre todo para fanáticos de otras provincias por temor a una posible cancelación”, sostuvo Miani.
Según el informe preliminar sobre el impacto del Cosquín Rock en el turismo, durante las dos jornadas se movilizaron más de 8.600 millones de pesos contra los 1.415 millones del año anterior. “La venta total de los tickets y el 110% de inflación fueron determinantes”, advirtieron desde la organización.
Otro dato que se desprendió de la encuesta fue que el 50% del público asistió por primera vez y casi el 80% compró abono para los dos días.
Felipe Boyezuk viajó desde La Plata con cinco amigos y se alojaron en Casa Grande. “Mis amigos siempre quisieron ir, nos gustaban los artistas y me convencieron”, sostuvo.
En cuento a como llegaron al predio de Santa María de Punilla, el auto particular fue lo más elegido para casi el 70% de los encuestados, el colectivo cerca del 30% y un 4,4% eligió viajar en avión.
Desde la Agencia Córdoba Turismo calcularon que “algo más de 540 mil turistas” pasaron durante el fin de semana largo por Córdoba y que ese volumen implicó que se movieran “más de 28.500 millones de pesos”.
La inmensa cantidad de personas que asistieron al Cosquín Rock evidenció algunos puntos a mejorar: accesos abarrotados, mejorar el control logístico de las áreas estatales y organizar el flujo de tránsito al predio.
Una tendencia que volvió para quedarse
Los festivales de música se destacan por su gran impacto como dinamizadores económicos, sociales, turísticos y culturales.
Tras la cuarentena que mantuvo encerrados a millones de argentinos, la industria del entretenimiento fue uno de los rubros que más creció en la vuelta a la normalidad con una extraordinaria convocatoria con recitales y conciertos masivos como fue recientemente el caso de Coldplay en Buenos Aires.
En los ‘90 Los Redonditos de Ricota iniciaron un fenómeno que provocaba que una multitud de personas de diferentes parte del país coparan las rutas argentinas con el único objetivo de ser parte de “la misa ricotera”.
Mucho más cerca en el tiempo el festival Lollapalooza Argentina desde su primera edición en 2014 en el Hipódromo de San Isidro intentó imitar ese espíritu de “viajar a ver un recital” con un line-up de artistas casi exclusivos que en su mayoría no tenía presentaciones en otros puntos del país.
Esta tendencia a movilizarse a otra ciudad para asistir a un show también tuvo su correlato en la música electrónica. El año pasado el DJ y productor Hernán Cattáneo agotó sus shows en Córdoba con gran asistencia de fanáticos de otras provincias.
