En estos más de dos años de pandemia, la estrategia de los países puso énfasis en detectar y caracterizar casos de Covid-19. Pero en octubre de 2021 comenzó a circular la influenza en el mundo y entonces la recomendación fue estudiar todos los virus respiratorios, en forma integrada y coordinada con los efectores de salud.
La idea es que todos los pacientes con síntomas respiratorios puedan llegar al diagnóstico, no sólo los que se infectaron con Sars-Cov-2. También monitorear qué gérmenes circulan en cada época del año y con qué intensidad, para aceitar los mecanismos de prevención.
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A tono con esta recomendación, Córdoba comenzó a implementar a mediados de febrero una estrategia de vigilancia integrada de Covid-19 con el resto de los virus respiratorios. El plan cobrará mayor impulso a partir de abril, con mayor énfasis en menores de 3 años, adultos con comorbilidades, embarazadas y mayores de 60 años, informó el ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, en la reunión de comisiones de la Unicameral.
“Venimos trabajando con los equipos en esta estrategia que acompaña la transición que se está dando a nivel mundial de la vigilancia de Covid-19. Esta enfermedad se integra con el resto de las patologías respiratorias, lo que nos permite llegar a un diagnóstico diferencial”, explicó Laura López, responsable del Área de Epidemiología del Ministerio de Salud provincial.
La especialista destacó: “En este contexto y con la tecnología del antígeno como test rápido, lo primero que hacemos ante un síntoma respiratorio es descartar Covid-19. Después, siguiendo un algoritmo que corresponde de acuerdo con los distintos grupos, investigamos el resto de los virus”.
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En menores de cinco años, la prioridad es buscar también el virus sincicial respiratorio, principal causante de la bronquiolitis. Antes de la pandemia, todos los años provocaba un aumento en las internaciones y altísimo estrés en la mayoría de las terapias pediátricas y neonatales.
También se vigilará la intensidad y distribución de los casos de gripe, ya que la circulación de este virus se anticipó en el país.
Un mapa de lo que circula
La vigilancia mediante pruebas de laboratorio es el primer eje del abordaje. “La identificación de la circulación viral y la caracterización de estos casos permitirá tomar acciones de prevención y control basadas en evidencia”, según consta en el protocolo.
La prioridad serán los internados y fallecidos.
También se intensificará la vigilancia centinela de los pacientes internados por Covid-19, para obtener “indicadores de calidad, controlados y homogéneos”. Se complementará así el monitoreo de ocupación de camas que realiza a diario el Ministerio de Salud provincial.
En este caso, se recolectarán datos una vez por semana de un número acotado de establecimientos de salud: edad y esquema de vacunación de los internados tanto en camas comunes como terapias intensivas, entre otros.
Cuando el sistema esté completamente aceitado participarán, en la ciudad de Córdoba, los hospitales de Niños, Rawson, Ferreyra y el Sanatorio Allende. En San Francisco, el hospital Iturraspe. En Río Cuarto, el San Antonio de Padua y la Clínica Regional del Sud. En Villa María, el Pasteur, Sanatorio de la Cañada y Clínica de la Familia.
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Finalmente, también se recabarán datos con mayor nivel de detalle y en forma oportuna en pacientes ambulatorios.
“La nueva vigilancia centinela tendrá distintas estrategias. Por un lado, la red hospitalaria que como todos los años tipifica el cien por ciento de los casos internados. Por otro, estamos implementando la búsqueda de pacientes ambulatorios que por lo general consultan en centros de atención primaria. Tomamos un porcentaje de las personas que ingresan por consulta para tener una caracterización de los virus que circulan”, agregó López.
Se seleccionarán centros de atención primaria y hospitales de cabecera del interior. El objetivo es estudiar uno de cada 10 pacientes con síntomas respiratorios, indicó Cardozo. También realizar testeos sistemáticos en sectores priorizados.
“El objetivo es saber qué circula y cómo se presenta –indicó la especialista–. Más allá de los internados y menores de 5 años que ya veníamos monitoreando”.
A partir de abril se continuará con la vigilancia al equipo de salud, agentes de seguridad, personal de educación y comunidades cerradas.
