La Agencia Córdoba Turismo señaló que el “finde” extralargo de Carnaval, que generó el récord de movimiento de turismo de este verano, registró la ocupación casi total de sus plazas turísticas y que eso representó unas 540 mil personas.
¿Cómo se llega a ese número? ¿Cuánto hay de certeza y cuánto de estimación? ¿Se cuenta la gente que viaja a zonas turísticas aunque no pernocte en ellas? ¿Cómo se miden los que son dueños y ocupan sus casas de fin de semana?
Contar turistas es un gran dilema y hay diferentes modos de encarar ese desafío. Pero no parece cuestión de exigir precisiones.
En Córdoba, el único dato efectivo con que se cuenta es el de la cantidad de plazas (camas) disponibles en establecimientos registrados y habilitados. Según datos oficiales, esa cifra se acerca a las 160 mil sumando hoteles, hosterías, cabañas, hospedajes y colonias estatales o sindicales.
Si una noche se llenara toda esa capacidad, habría unas 160 mil personas pagando por pernoctar.
En números redondos, la región de Punilla tiene el 45% de esa capacidad de alojamiento, y entre los valles de Calamuchita y de Traslasierra (casi por mitades similares) se reparten un 30 % más. Entre esos tres valles, que marcan el ritmo del turismo cordobés, se cuenta el 75% de la capacidad total provincial.
En ese rubro formal, la capacidad actual duplica a la de 20 años atrás. En esas dos décadas, los valles de Calamuchita y Traslasierra son los que más crecieron en oferta, aunque la mayor capacidad en números netos sigue siendo claramente de Punilla, con foco en Villa Carlos Paz (solo esa ciudad cuenta con casi 40 mil plazas de hotelería).
El 25% restante suma a los demás valles serranos (Paravachasca, Sierras Chicas, Sierras del Sur) pero también a regiones como el norte, el noroeste, el área de Mar Chiquita y hasta la Capital.
La Agencia Córdoba Turismo considera a 10 regiones turísticas, incluyendo la ciudad de Córdoba.
Sumar campings y casas
Ese total de camas en establecimientos registrados no incluye los campings, cuya capacidad real de albergue es compleja de medir y difiere según la época del año. En verano, se calcula que si todos los campings de las 10 regiones estuvieran repletos, podrían albergar a entre 70 mil y 80 mil personas.
Quedan por contar, en tanto, las viviendas y departamentos. Algunas ciudades tienen registradas las que se anotan en alquiler. Pero se reconoce que el nivel de informalidad en este rubro es muy alto: muchas se ofrecen por fuera del régimen de habilitaciones y no pocas con vaivenes (algunas semanas son usadas por sus dueños y otras son alquiladas).
La mayoría son casas de veraneo utilizadas por sus dueños. Que no pagan alojamiento por ello. Medir esa capacidad es tarea complicada y nadie se anima a arrojar certezas. Algunas estimaciones muy generales ubican ese número en unas 250 mil a 300 mil plazas.
Así, podría estimarse que si una noche están ocupados a pleno todos los hoteles, cabañas. hosterías y campings, más todas las casas o departamentos sean de alquiler o utilizadas por sus dueños, podría haber albergadas entre 500 mil y 550 mil personas en las 10 regiones turísticas.
En general, y en términos estadísticos, se suele considerar turista a quien pernocta al menos una noche, pagando por ese servicio. Ese criterio estrecha los números: no podría haber 500 mil en Córdoba en una noche.
Pero, a la vez, no dimensiona el fenómeno de movilización general. Porque quien ocupa su casa, o usa una prestada, sin pagar por ella, también se mueve y consume en zonas turísticas.
Además, diferenciado de turista se considera al excursionista: aquel que sale por el día y regresa a su hogar, sin pernoctar. Cada fin de semana, las Sierras de Córdoba tienen a decenas de miles de ellos. Si se los cuenta, la cifra final de gente movilizada sería bien superior a los 500 mil.
Un número final: Córdoba tiene –según el reciente censo– casi cuatro millones de habitantes. Y buena parte del turismo de este “finde” largo provino de otras provincias.
