La Municipalidad de Córdoba colocará 40 contenedores soterrados en el área central de la ciudad, con una inversión de 150 millones de pesos.
El secretario de Gestión Ambiental y Sostenibilidad, Jorge Folloni, valoró que la tecnología evitará que la basura se vea, se huela y pueda ser manipulada. Córdoba será la primera ciudad del interior del país que tendrá este tipo de contenedores bajo tierra.
“Estos contenedores son herméticos y, una vez que el residuo cae a la fosa, no permite meter la mano. De esta manera, vamos a poder eliminar el problema que surge a partir de la manipulación de la basura, que en el escarbar buscando cartón o plástico termina con el contenedor abierto y con las bolsas rotas en la vereda”, confió Folloni.
Los primeros 24 contenedores soterrados se instalarán a lo largo del cantero central de Chacabuco y Maipú. Y habrá 16 más en el microcentro, en plaza San Martín, en 27 de Abril, en Vélez Sársfield y en General Paz, en Hipólito Yrigoyen, en el Buen Pastor y en un sector de barrio Güemes.
Los primeros estarán habilitados en 60 días. Ya se llevan cavadas cuatro fosas, todas sobre las zonas donde va avanzando el cantero de Chacabuco.
En una etapa posterior se instalarán 40 más, que llegarán a varios barrios más alejados del Centro y del área pericentral. “Esto es así porque la condición para instalar este tipo de contenedores es que las empresas recolectoras cuenten con el camión con carga bilateral, que hoy sólo tiene la empresa LAM, que es la que opera en el Centro. Son camiones que tienen un valor de unos 350 ml dólares. LAM tiene dos en funcionamiento y pronto Lusa y Urbacor van a adquirir dos cada una, para poder extender este sistema a otras zonas de la ciudad”, detalló Folloni.
Habrá contenedores diferenciados para residuos secos y húmedos y cada uno tendrá una capacidad de cuatro metros cúbicos, cuatro veces más que cada contenedor plástico y más grande que las campanas, que tienen una capacidad de tres metros cúbicos.
No están pensados para grandes generadores, que deben tener un sistema propio de gestión de residuos, sino para los vecinos que viven en edificios.
“A la vista sólo quedará una torre de entrada estilo ‘Diamond’, de un tamaño reducido y con una plataforma transitable, lo que posibilitará un mejor aprovechamiento del espacio público. Al mismo tiempo, una de las más importantes ventajas es que los ecocontenedores tienen una mayor capacidad de almacenamiento (cuatro metros cúbicos), lo que concluye en más capacidad de acopio utilizando menor espacio a la vista”, destacaron desde el municipio.
El espacio que ocupa el buzón es cuatro veces más chico que el contenedor de plástico: apenas 60 centímetros por 40, con una superficie transitable.
Por debajo del nivel del suelo, estarán el contenedor de residuos de metal, una plataforma de seguridad con contrapeso para evitar filtraciones, una estructura de hormigón armado vibrado y un sistema de agarre. El sistema permite la limpieza periódica de la fosa para evitar la contaminación con líquidos lixiviados que se generan con los residuos húmedos.
En estos contenedores habrá una recolección tres veces al día.
Como medida de seguridad, mientras se hace la operación de carga al camión y descarga de la caja de la fosa, se levantan paneles galvanizados de un metro y medio de altura para evitar que alguien pueda caer en ese momento a la fosa.
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