La dificultad cotidiana que viven personas con movilidad reducida a la hora de circular por las veredas de Córdoba provocó un nuevo siniestro vial con graves consecuencias para Lucrecia, una joven usuaria de silla de ruedas.
El viernes 14, un automovilista que salía de un estacionamiento en Vélez Sársfield al 500 la chocó y le provocó la quebradura de su fémur derecho.
Según relató la la víctima a este diario, ella circulaba por la calle por la falta de rampas en la esquina con San Luis.
Lucrecia Gómez contó que desde el club Bucor, donde se entrena para ser nadadora paralímpica, para ir a la parada de ómnibus tiene cuatro esquinas sin rampas.
En la otra opción, en sentido ascendente, la calle tiene un bache gigante que, si pasa por ahí, se caería.
“Fue bastante trágico, el conductor salió distraído. No solo me quebró el fémur, sino también mis sueños”, dijo resignada.
La víctima contó que agentes de la Policía le tomaron la denuncia por lesiones y luego ella misma hizo la presentación ante la compañía de seguros de quien la atropelló. “El hombre que me chocó no la hizo y no quiere tener contacto conmigo”, dijo Lucrecia.
Falta de rampas
Recientemente la Municipalidad de Córdoba informó la culminación de la segunda etapa del Plan de Accesibilidad Universal en el área central, construyendo 155 nuevas rampas. Sin embargo, por casos como estos, aún no es suficiente.
“En varios sitios de la ciudad estoy obligada a ir por la calle por falta de rampas. Me pongo en riesgo cada vez que quiero hacer algo fuera de mi casa”, expresó.
Por estas horas Lucrecia aguarda una intervención quirúrgica que le permite luego iniciar una lenta recuperación.
“Nadar es lo que más me gusta, tengo clases todos los días. Por esto no lo podré hacer por lo menos por dos meses”, concluyó.




















