La tuberculosis es una enfermedad infecciosa provocada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Con el aumento de la pobreza, los niveles de desnutrición y la vulnerabilidad social, los casos se incrementan sobre todo en las grandes ciudades, donde existe una alta densidad poblacional.
Especialistas conmemoraron el jueves pasado el Día Internacional de Lucha contra la Tuberculosis y recordaron que, lejos de erradicarse, esta enfermedad sigue presente, sobre todo en la población pediátrica.
“Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, muchos niños tuvieron contacto con adultos que estaban infectados con la bacteria. Hoy tenemos un resurgimiento importante de casos en pediatría. Los chicos no tienen síntomas ni expresan la patología en forma clínica, pero en ellos la enfermedad progresa hasta 10 veces más rápido que en los adultos debido a que sus sistemas inmunológicos están inmaduros”, explicó Gabriela Roca, infectóloga a cargo del Programa Provincial de Control de Tuberculosis.
Especialistas advierten que hay más casos de tuberculosis y el diagnóstico llega tarde
Los más afectados son los niños de 0 a 4 años, seguidos por los de edad escolar. “Estos niños tienen curvas normales de desarrollo y crecimiento, sin embargo los pediatras detectan en las placas algunas imágenes llamativas y cuando piden tomografías suelen aparecer secuelas. Cuando se hace el control de foco y se investiga a la familia en forma integral, ahí aparece algún adulto que estuvo expuesto a la bacteria, pero que no accedió al diagnóstico en forma precoz”, agregó la especialista.
Nora Glatstein, presidenta de la Sociedad de Epidemiología de Córdoba, indicó que el diagnóstico debe ser más accesible. “Los equipos de salud deben sospechar también de tuberculosis”. La medicación también tiene que estar presente en el dispensario o centro de atención primaria, para lograr la adherencia al tratamiento.
Cuando se rastrea hacia atrás, muchos profesionales encuentran pacientes adultos que manifestaron síntomas respiratorios, fueron testeados entre cinco a seis veces para Covid-19 (con resultado negativo). Tenían en realidad tuberculosis pero llegaron al diagnóstico tarde.
La enfermedad puede dejar secuelas, como algunas cicatrices en el pulmón que limitan las actividades diarias. Los pacientes pueden quedar con discapacidades que limitan el funcionamiento del pulmón y repercuten en fallas a la hora de incorporar el aire o dificultades a la hora de respirar.
“Existe una cura y el tratamiento está disponible en los centros de salud. La mayoría de los hospitales tienen profesionales capacitados. Y además Córdoba dispone una transferencia formal de dinero para permitir que los pacientes sin recurso puedan contar con fondos y sostener el tratamiento en su centro de salud más cercano. Este beneficio no los inhabilita para recibir otras ayudas formales de dinero”, agregó Roca.
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La situación en Córdoba y en el país
Argentina no logra revertir las estadísticas de tuberculosis, que se mantienen estancadas en los últimos 10 años, a razón de entre 20 y 30 mil casos por cada 100 mil habitantes.
Córdoba, en comparación con el resto del país, tiene una tasa entre leve y moderada. La mayoría de los casos se concentran en las grandes ciudades.
En la actualidad existen 415 pacientes diagnosticados en nuestra provincia. El 64 por ciento radica en Córdoba capital. “Encontramos ciertas características de las grandes ciudades cuando intervienen factores como el hacinamiento, la mal nutrición y el consumo problemático de sustancias”, agregaron las especialistas.
“Este es un problema de salud pública –expresó la referente del programa–. Esta enfermedad infecciosa tiene un tratamiento gratuito y se cura. El acompañamiento debe ser integral. Además del médico, se necesita la intervención de trabajadores sociales y gabinetes psicopedagógicos. Hay que evitar la estigmatización”.
Especial atención se debe prestar en las comunidades cerradas, como cárceles y geriátricos. Esta enfermedad se transmite por el aire y las mismas medidas para mitigar el Covid-19 sirven para prevenir tuberculosis.
El Ministerio de Salud provincial, en consonancia con los lineamientos de Nación, implementó un sistema integrado de vigilancia de infecciones respiratorias. Todos los pacientes que tosen y expectoran durante 15 días seguidos deben ser sospechados de tuberculosis.
Cómo es la mortalidad
En 2020, fallecieron alrededor de 48 pacientes por tuberculosis, cuando la cifra histórica para la provincia ronda entre los 26 y los 29 fallecimientos anuales. “No tenemos la mayor mortalidad del país. Pero no debería fallecer ninguno porque contamos con un tratamiento gratuito”, aclaran las especialistas.
Cuando la enfermedad evoluciona naturalmente y el paciente no llega a un diagnóstico oportuno y tampoco accede a un tratamiento, se producen los decesos.
Para prevenir muertes o secuelas, el diagnóstico y el tratamiento debe ser accesible en el centro de salud más cercano al domicilio del paciente, para que no tenga que desplazarse largas distancias. También es importante que ese dispensario supervise la toma de la medicación, para garantizar la adherencia y la posterior cura de la enfermedad.
Jornada de sensibilización
El lunes pasado, en el Buen Pastor, se realizó una actividad para concientizar sobre la importancia del diagnóstico y tratamiento oportuno para tuberculosis. Participaron el Programa Provincial de Control de Tuberculosis y su equivalente en la Municipalidad. Los laboratorios Central, Municipal y el regional del hospital Tránsito Cáceres de Allende, referente zonal. También la Cátedra I de Anatomía Patológica de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC, la Dirección Provincial de Adicciones y el Programa Provincial de VIH, Hepatitis Virales e Infecciones de Transmisión Sexual.
