En un juicio abreviado, Claudio Gerardo Bulacio fue condenado en la Cámara Sexta del Crimen de la ciudad de Córdoba a 14 años y 6 meses de prisión por intento de femicidio a su esposa y a tres de sus hijos.
El hecho ocurrió en diciembre de 2020 en la vivienda de la familia en barrio Villa Los Llanos. El hombre tenía una orden de restricción de acercamiento y la mujer mantenía un botón antipánico producto de las reiteradas denuncias por violencia de género.
Los hechos por los que se lo condenó fueron homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa reiterado (tres hechos en concurso real), lesiones leves calificadas, amenazas, violación de domicilio, desobediencia a la autoridad en un contexto de violencia de género.
La mujer a quien identificaremos como C., sufría violencia desde hacía 28 años. Los seis hijos en común de la pareja también padecían la violencia de su padre en forma directa. Tal es así que años atrás, sus hijos vivieron con una abuela por orden de la Justicia.
Una historia de violencia de género
A pesar de que la mujer lo denunció en 2014 y 2016, sumida en el círculo de la violencia, volvía a perdonarlo y regresaba con él.
El 1° de septiembre de 2020 realizó otra denuncia y allí el juzgado de Violencia Familiar ordenó la restricción. Sin embargo, la mujer indicó que una semana después el hombre entró en la vivienda, la violó y le pegó. Por este hecho será juzgado en otro juicio.
En ese momento, C. denunció pero aún así seguía recibiendo a la Policía en su casa que le traía mensajes de él diciéndole que no tenía dinero ni donde parar.
Otro hecho de peligro sucedió el 18 de octubre de 2020 cuando el hombre ingresó a la vivienda de la familia y se llevó el botón antipánico que la mujer tenía para protegerse de él.
Según el relato de la abogada de C., Daniela Morales Leanza, a pesar de las reiteradas denuncias, el hombre no era detenido.
Finalmente en el mismo octubre de 2020 ingresó nuevamente a la vivienda y atacó a la mujer y a tres de los hijos, de 14, 18 y 26 años con un arma blanca. “Todos lograron escapar y por eso no llegó a matarlos”, dijo Morales Leanza.
La abogada, en sus alegatos dijo: “De haberse tomado las medidas eficientes y oportunas ante una clara y manifiesta actitud de no acatar ninguna orden judicial del hoy acusado, estamos convencidos que lo que hoy se trae a juicio, no hubiera ocurrido. Es precisamente ante este flagelo que hoy invade nuestra sociedad, como es la violencia contra las mujeres, que debe de asumirse el compromiso firme de un accionar efectivo y eficiente a las alturas de las circunstancias”.
Luego citó un fragmento de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “La ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia contra las mujeres propicia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual la violencia contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de estas en el sistema de administración de justicia”.
