En un contexto marcado por un consumo masivo que sigue estancado y un dólar que comienza a meterle presión a la economía, en julio último los precios en los súper y los hipermercados de la ciudad de Córdoba tuvieron un comportamiento similar al de los meses previos, con un alza relativamente leve del 1,28%.
El dato surge del relevamiento que mes a mes realiza La Voz entre las principales cadenas minoristas de la ciudad de Córdoba. De esta manera, el costo de la canasta del súper para una familia tipo de clase media compuesta por cuatro integrantes (matrimonio y dos hijos en edad escolar) llegó a $ 616.285, unos $ 8 mil más que en junio pasado.
En lo que va del año, el incremento acumulado es del 16,52%: a fines de diciembre de 2024, la misma compra demandaba $ 528.896. Mientras que en la comparación interanual, el alza es del 26,91%.
Julio fue el tercer mes consecutivo con un aumento en la canasta del súper menor al 1,5%, luego del 0,4% de mayo y el 1,03% de junio, lo que sin dudas es una buena noticia. El interrogante pasa ahora por lo que puede llegar a suceder en agosto, con la fuerte alza que experimentó el dólar en los últimos días de julio y su posible traslado a precios.
Según la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac), hasta el momento no se observa un impacto directo en los precios producto de las turbulencias en el mercado cambiario.
“Si bien nuestros proveedores han aplicado algunas actualización en los precios en los últimos días, al mismo tiempo han dispuesto dinámicas de descuentos adicionales, que han permitido neutralizar mayores subas”, explicó Víctor Palpacelli, directivo de la entidad.
De acuerdo con los registros de la cámara, el mes pasado los precios en las cadenas minoristas de la provincia aumentaron un 1,5% en promedio, considerando todas las categorías comerciales.
No obstante ello, desde la asociación se mostraron preocupados por el estancamiento en las ventas que –aseguran– no muestran signos de recuperación, ya desde hace varios meses. “Las ventas están 4,5 puntos por debajo de igual mes del año pasado, medidas en unidades”, explicó Palpacelli, y agregó: “No se observa una recuperación efectiva del consumo masivo, se mantiene un amesetamiento en la demanda, y eso nos preocupa”.
El mismo panorama observan desde el Centro de Almaceneros de la Provincia de Córdoba. “Los precios están aumentando poco, lo que es bueno. Pero lo que sigue muy planchado es el consumo, planchadísimo, te diría. Cada mes que pasa se manifiesta más el estancamiento en las ventas”, sostuvo Germán Romero, director general de la entidad que representa a los pequeños y medianos negocios de cercanía.

Según el directivo, los negocios de barrio están vendiendo lo más básico y esencial para el consumo del día de las familias. Y señaló a las carnes y a los lácteos como los productos que más están acusando una baja en el consumo en los últimos meses.
En esa misma línea, Palpacelli dijo que la mayor pérdida de unidades se registra entre las primeras marcas, con un corrimiento de la demanda cada vez más claro hacia las segundas y terceras marcas.
“La gente busca cada vez más las opciones de precio, como una manera de ahorrar y poder llegar a fin de mes con sus presupuestos”, aseguró.
Frescos
Después de tres meses a la baja, en julio se observó un aumento en los precios de las frutas y las verduras del 4,3% mensual, lo que terminó impactando de lleno en el costo general de la canasta del súper. Productos como la papa, el tomate y las verduras de hoja mostraron los mayores incrementos.
Lo mismo sucedió con algunas frutas (incluidas las de estación), que sin alcanzar subas importantes, registraron aumentos que modificaron la tendencia a la baja que tenían en los meses previos.
De todas maneras, la denominada “góndola verde” sigue siendo la que menos aumentó en lo que va del año, con un alza promedio del 5,6%, y con una variación interanual, incluso negativa, del 8,8%.
De hecho, hay verduras como la papa, la cebolla y el tomate que están hoy bastante más baratas que hace un año. Diferente es el caso de las frutas, que en su mayoría muestran incrementos importantes en lo que va de 2025.
Entre las carnes, la suba promedio en julio fue del 1,3%, con un impulso muy fuerte de algunos tipos y cortes. Por ejemplo, el pollo fresco se encareció un 4,7%, para que el kilo llegue a superar los $ 3 mil en las góndolas; mientras que la carne molida intermedia subió el 8,7% en el mes, con un precio al público por arriba de los $ 10 mil.
El resto de los cortes vacunos se mantuvieron estables, a pesar de la suba que experimentó la hacienda en pie en los remates de las últimas semanas. Según explicaron referentes del sector frigorífico, el alicaído consumo interno no convalida precios mayores a los actuales.
De todas maneras, la carne es el producto que más aumentó en lo que va del año, con un 30,7%, llegando a duplicar el incremento promedio de la canasta del súper.
Los productos lácteos mostraron un comportamiento similar, con una leve baja del 0,8% en el mes. La leche entera bajó un 1,5%, para que el saché de un litro se ubique en torno a los $ 1.600, pero con ofertas en algunos supermercados apenas por encima de los $ 1.400.
También se observaron varias promociones en leches larga vida , con un precio al público de entre $ 1.200 y $ 1.300 según la marca.
Los quesos, tanto en las variedades duras como blandas, se mantuvieron sin cambios en julio, al igual que el precio de la manteca, los yogures y las cremas.
Procesados
Entre los productos de almacén, se observaron alzas y bajas sobre el final del mes, con un aumento promedio del 1,12% y muchas categorías con promociones muy fuertes del tipo 2x1, o bien con descuentos del 50% en la segunda unidad.
Los productos derivados del trigo fueron los que mostraron las mayores subas, como las harinas, las galletitas de agua o los fideos secos, con incrementos mensuales de entre el 1,5% y el 4%. A ellos se sumó el aceite de girasol, con un alza importante del 5,2% en el mes y la botella de 1,5 litro ofrecida en torno a los $ 4.350.
Por el contrario, alimentos de alta rotación como el arroz, el azúcar y la yerba mate mostraron sus precios estables, incluyendo algunas bajas menores de entre el 2% y el 3,5%.
Las bebidas –con y sin alcohol– mantuvieron en general los mismos precios de junio, sumando ofertas por compras en cantidad. La gaseosa de primera marca, de 2,5 litros en envase PET, se vendía en la última semana de julio a $ 4.200.

En las góndolas de los productos de limpieza del hogar y de tocador, las variaciones de precio fueron mínimas, con muchas bajas en el mes, y un alza algo mayor del 3,9% en los pañales que terminó impactando en una suba promedio del rubro del orden del 1,6%.