Pese a que hoy la palabra "amigo" se utiliza en forma superficial para denominar a un contacto en las redes sociales o para referirse a un conocido, muchas personas dan fe de que un amigo es una relación profunda que puede durar décadas sobreviviendo a la distancia, las diferencias y a las ocupaciones diarias. Algunos testimonios aportan las claves para saber cómo mantener esa relación.
Un amigo es como un hermano por elección, sostienen algunos. Para otros es un compañero que está en las buenas y en las malas. El paso del tiempo puede desgastar esta relación debido a las diferentes ideologías, rutinas, vivencias, familias, etcétera. Muchas veces es un combo para que aquellos entrañables amigos de la infancia o de la adolescencia pierdan el contacto.
Rosa (69), por ejemplo, le rinde culto a la amistad y cuenta que tiene dos grupos de amigas con las que lleva más de 30 años de relación. "Es hermoso llevar 30 ó 40 años juntas. A algunas, las amigas le han durado mucho más que los maridos. Suelen ser más fieles que éstos, que el plomero o el vecino", asegura.
"Tengo dos grupos de amigas de larga data, conformados a partir de afinidades y necesidades. Con Trini, Alicia, Magda y Mati he sobrellevado el peor drama y soportado borrascas. Ellas han estado ahí, en las buenas y en las malas. Sobre todo en las malas. Nuestros hijos crecieron juntos, y ahora lo hacen nuestros nietos. En algún chinchín y con alguna lagrimita, nos gusta comparar nuestra amistad con ese retoño que plantamos y vimos crecer hasta convertirse en un árbol cuya copa nos ampara. Con Susy, Silvia y Cristina alterno el placer de leer, caminar, viajar y hacer vida social. No hay quien nos pare. En nuestras juntadas hay que pedir moción de orden. No hace falta sortear quién maneja a la vuelta: hay dos que son abstemias. Hasta esa virtud es posible encontrar en el universo femenino", cuenta Rosa.
Sobre si fue difícil el camino para mantener la amistad tanto tiempo, afirma: "Claro que suele haber celos y rispideces. Si no fuera así, no seríamos mujeres. Pero se superan. Por ejemplo, ninguna de mis amigas viejas se opuso a que haga amigas nuevas, obedeciendo a otra condición propia de la vida contemporánea. Antes sólo existía la casa y el barrio; hoy están la oficina, la profesión, el hogar de día, el gym o el taller de arte o memoria. En cada uno de esos ámbitos, la amistad femenina florece como algo innato, felizmente imperecedero".
Ante la duda de si es posible la amistad duradera entre un hombre y una mujer, Silvia García asegura que sí, que ella mantuvo una amistad con Tito Calvino durante casi 50 años.
"Lo conocí cuando yo tenía 11 años, cuando él se puso de novio con Alicia. Ella se convirtió en mi mejor amiga. Nuestra amistad perduró y sobrevivió a todo. Ellos se mudaron a Campana (Buenos Aires) y yo vivía en Lanús", contó.
"Mi amigo fue el padrino de mi hija mayor (que hoy tiene 43 años) y yo la madrina de su hija menor (que tiene 25 años). Después de Campana se fueron a vivir a San Luis. Nunca dejamos de vernos. Yo desde 2001 vivo en Córdoba. En 2007 mi amigo se enfermó muy grave y mi amiga lo trajo a Córdoba a internarlo y estuve con ellos hasta que él falleció. Fuimos amigos casi 50 años. Con su esposa seguimos siéndolo pese a la distancia", sostuvo Silvia.
Cómo perdurar
En base a la experiencia y consulta de algunos viejos amigos, hay "tips" que ayudan a mantener una amistad saludable con el paso del tiempo.
Ser honestos y empáticos están dentro de los más recomendados. Saber ponerse en el lugar del otro, no prejuzgar pero no faltar a la verdad, son los pilares de toda relación que quiera durar en el tiempo.
Saber escuchar, dedicarle tiempo a la otra persona y estar en los detalles, como realizar llamados frecuentes o enviar mensajes, son fundamentales para no perder una comunicación fluida.
También se recomienda no perder los encuentros cara a cara, ya que son necesarios para mantener una relación "real" de amistad.
Hay que saber aceptar las diferencias con el otro; un amigo no tiene por qué opinar o pensar igual que uno.
Saber pedir perdón a tiempo y aceptar las disculpas también son importantes para no generar rencores.
Reales y virtuales
Encuesta. Un estudio realizado por D'Alessio Irol en Córdoba muestra que la mayoría de los encuestados tiene al menos tres grupos de amigos: "El de la escuela", "el del trabajo" y "los del barrio". En promedio, los consultados tienen más de 100 contactos en las redes pero el 71 por ciento afirma tener menos de 10 amigos "reales". La mayoría utiliza las redes sociales para conservar el vínculo.
En la red social
Alejandro Ghione. "Con Rubén empezamos juntos jardín de infantes, primaria, secundaria, colimba y fuimos vecinos. Aun hoy seguimos siendo grandes amigos. Hace 46 años que somos como hermanos".
Andrea Falcón. "Con mi amiga de toda la vida Fani Riquelme hace 40 años que seguimos una hermosa amistad; fuimos vecinas pero nada ni nadie nos pudo separar. Pasamos por buenos y malos momentos, reímos, lloramos, pero siempre juntas".
Marlene Maina. "Rita Marotti y yo somos amigas hace 43 años, nunca tuvimos diferencias y seguimos tan amigas como el primer día. Nos queremos mucho y nunca nos peleamos".
Yami Palomo. "Hoy tienen 83 y 80 años, pero empezó hace mucho, mucho tiempo, cuando había pelos en sus cabezas! Tenían 20 años y vivían en Punta Alta (Bs. As.), se volvieron inseparables. El más joven vino a vivir a Córdoba y su amigo lo siguió al tiempo. Conocieron sus mujeres, quienes eran mejores amigas entre sí. Compartieron historias, alegrías y grandes tristezas. Hoy siguen juntos al pie de cañón, el uno para el otro. Ya no sólo comparten historias, sino que formaron una gran familia. Son el "matrimonio" más largo, llevan seis décadas y un par de años yendo juntos a la par. Los protagonistas son Néstor Castro y Ángel de Rosa".
Julieta Courtade. "Tengo a mi amiga Elvi, que conocí el primer día de jardín de infantes. Hicimos el primario juntas, con algunos distanciamientos propios de esa edad. Compartimos el secundario hasta que la especialidad nos separó. Volvimos a encontrarnos en la UNC. Volvimos a separarnos cuando nuestros caminos se diferenciaron. Un día, muchos años después, nos encontramos en la escuela de verano de nuestros hijos y fue como si el tiempo no hubiera pasado".