El preservativo, uno de los métodos más efectivos para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS), podría sumar muy pronto un aliado tecnológico inédito.
Un grupo de científicos de Los Ángeles, Estados Unidos, trabaja en un profiláctico inteligente que cambia de color al detectar enfermedades, lo que lo convierte en una herramienta de prevención y diagnóstico en tiempo real.
El preservativo que cambia de color: cómo funciona
El dispositivo utiliza un lubricante especial con anticuerpos y aptámeros, capaces de detectar proteínas y antígenos asociados a distintas enfermedades de transmisión sexual (ETS). Cuando entra en contacto con fluidos infectados se desencadena una reacción bioquímica que provoca un cambio de color en el preservativo, principalmente hacia tonos rojos.
De este modo, puede alertar sobre la presencia de:
- VIH
- Clamidia
- Gonorrea
- Sífilis
Actualmente, el prototipo se encuentra en fase de prueba en laboratorios de Los Ángeles y busca la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration (FDA), en inglés) antes de llegar al mercado.
Tecnología aplicada a la salud sexual
El desarrollo está liderado por Coco, una investigadora que comparte sus avances a través de la cuenta @readytogether en redes sociales. Según explicó, el objetivo es crear el “nuevo preservativo 2025”, que combine placer, prevención y tecnología.
“Hace décadas que el preservativo no cambia. La idea es adaptarlo a las necesidades actuales y generar conciencia sobre la salud sexual”, señaló la científica.

Inteligencia artificial y sensores en los nuevos preservativos
Además del condón que detecta ETS, el equipo trabaja en un segundo prototipo con inteligencia artificial (IA). La innovación busca incorporar sensores diminutos, similares a los que se utilizan en relojes inteligentes o monitores de glucosa.
Estos sensores podrían medir parámetros como:
- Calidad y duración de la erección
- Intensidad de la relación sexual
- Frecuencia cardíaca
- Tiempo de actividad
Los datos se envían a una aplicación móvil que analiza métricas y brinda información personalizada. Aunque aún no está listo para comercializarse, el desarrollo apunta a una nueva generación de preservativos con IA aplicada a la salud sexual.
Un largo camino de innovación
El preservativo existe desde tiempos antiguos. Los primeros registros señalan que los egipcios usaban vainas de lino como barrera de protección. Con la invención del látex se popularizó como producto descartable, al que luego se sumaron sabores, texturas y tamaños.