El financiamiento educativo provincial en Argentina muestra una tendencia general hacia la baja y una pérdida de prioridad frente a otras áreas del gasto público en la última década.
Según un estudio de la ONG Argentinos por la Educación, entre 2023 y 2024, el gasto educativo se redujo en términos reales en 21 de las 24 provincias, y 19 se ubicaron por debajo de los niveles de 2014. Solo no descendió en estos años en San Luis, Salta, Santiago del estero, Neuquén y Río Negro.
Además, entre 2014 y 2024 la participación del presupuesto educativo dentro del gasto total cayó en 16 provincias, lo que muestra una pérdida de prioridad de la educación, según los autores del informe.
Salvo dos provincias, todas recortaron el presupuesto educativo en 2024 con respecto al año anterior.
Encima, en la mayoría la inversión en educación no logró sostener el poder adquisitivo de los docentes frente a la inflación.
Esta conclusión se enmarca en el estudio de la evolución del gasto en la función “Educación y Cultura” en las provincias entre 2014 y 2024 a partir de los datos sobre ejecución presupuestaria. También se tuvieron en cuenta la dinámica de los salarios docentes hasta junio de 2025.
Un dato: el año pasado la inversión educativa nacional se redujo un 40% y representó la caída más significativa desde 1992.
Además, la magnitud del recorte aplicado sobre el sistema educativo general fue casi del doble del ajuste general del gasto público nacional (21,1%), según la comparación entre la ejecución de 2023 con el crédito vigente de 2024.
Cómo se conforma el gasto
Las provincias aportan en promedio el 75% del presupuesto educativo. El restante 25% es financiado por la Nación y se asigna centralmente al sistema universitario.
Del gasto educativo de las provincias alrededor del 90% se destina a salarios docentes.
Si bien la Ley de Educación Nacional establece que el gasto consolidado en educación debería alcanzar el 6% del PBI, lo que no se cumple, la norma no especifica qué proporción de ese 6% debe ser financiada por cada nivel de gobierno.
Salarios en caída
Los salarios docentes son más bajos que hace 10 años en 21 provincias. Solo Chaco, Santiago del Estero y Río Negro muestran salarios más altos en 2025 que en 2014.
Pese a la caída de largo plazo, los datos de 2025 muestran una recuperación parcial respecto de 2024, con incrementos reales en 13 –entre ellas Córdoba– de las 24 jurisdicciones. Sin embargo 21 provincias aún presentan niveles inferiores a los de 2023.
Entre 2023 y 2024, en la mayoría de las jurisdicciones cayó el gasto en Educación y Cultura y se redujeron los salarios docentes, en un contexto marcado por la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).
Solo en Chaco, Neuquén y Santiago del Estero se observó un aumento real del presupuesto educativo a la vez que hubo una caída en los salarios, lo que sugiere que absorbieron parcialmente el impacto reasignando recursos propios.
Más ajuste
Por otra parte, en 11 jurisdicciones la inversión educativa se redujo más que los salarios, lo que indica un ajuste adicional en otros rubros como infraestructura o materiales.
Además, los autores advirtieron sobre la falta de información pública transparente y estandarizada que permita las comparaciones entre provincias, y señalaron que para 2025 no se cuenta con datos consolidados de presupuestos provinciales desagregados por función, lo que impide monitorear con precisión la evolución del gasto educativo en todas las provincias.
“Reducción del PBI per cápita, muy alta inflación, nula generación de empleos de calidad, caída de los salarios, aumento de la pobreza son los síntomas de que venimos de una década perdida. También para la educación es una década perdida. El sistema educativo viene sufriendo un intenso proceso de degradación. La consecuencia son déficits de formación, especialmente entre los niños y jóvenes que integran los hogares más vulnerables”, , sostuvo el economista cordobés Osvaldo Giordano, coautor del informe “Financiamiento provincial: análisis del presente en perspectiva de la última década”.
Y agregó: “Preservar la inversión en educación y principalmente mejorar la gestión educativa es una de las reformas estructurales más importantes y urgentes”.
El investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA y el Conicet, Javier Curcio, mencionó que el informe “evidencia un deterioro del financiamiento educativo provincial en el mediano plazo, con la consecuente merma de las remuneraciones docentes, factor crítico para la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje. Las diferencias regionales e interprovinciales señalan la necesidad de un rol nacional estabilizador que compense inequidades territoriales y permita planificar con previsibilidad. La eliminación del Fonid y la restricción fiscal persistente refuerzan la necesidad de coordinar y articular esfuerzos entre la administración nacional y las provincias para mejorar la eficiencia de los gastos educativos”.
