En la previa del Día del Trabajador, un acto conmovedor de ayuda solidaria se dio este miércoles cuando dos comerciantes y sus empleados, decidieron donar un bolsón de alimentos que incluyó pollos, cuatro kilos de papas y lastas de durazno a jubilados de la ciudad de Córdoba.
El gesto de los comerciantes, muy conocidos en barrio Villa Azalais, Luis Almada, quien tiene dos locales gastronómicos y de Oscar Fioretti, dueño de una forrajería, se dio sobre calle Rancagua al 2.900, al frente del CPC Rancagua.
Desde las seis de la mañana, los jubilados, que se inscribieron previamente para recibir el bolsón, comenzaron a llegar y se armó una larga fila con números asignados para recibir los alimentos.
Además, se estableció prioridad y un corredor especial para personas con discapacidad o dificultad para caminar, como quienes usaban andador, muletas o sillas de ruedas.
Esta donación se da en medio de un contexto económico difícil que viven los adultos mayores, sobre todo para quienes cobran haberes mínimos. Incluso se anunció que durante el mes de mayo no tendrán una ayuda extra desde el Gobierno nacional.
Los impulsores
No es la primera vez que Almada y Fioretti realizan acciones solidarias. Almada recordó que en 2013 daban alimentos a personas en situación de calle en la plaza y ya habían realizado entregas similares, como en la Navidad pasada donde asistieron 800 personas.
La financiación de esta ayuda solidaria provino de los “propios bolsillos” de los comerciantes. “Ambos pusimos 50 % y 50 %, además de la familia, para completar los 600 bolsones”, dijo Almada a La Voz.
Aunque reconoció que la economía está “un poco complicada” para ellos también.
Además, trabajaron alrededor de 40 personas, incluyendo empleados de ambos negocios y miembros de sus familias, quienes colaboraron activamente en la organización y entrega.
La principal motivación detrás de esta masiva entrega fue la clara intención de ayudar a los jubilados que más lo necesitan. “No les alcanza”, reconoció Almada.
Y agregó: “Estoy cumpliendo una promesa que le hice a Dios de ayudar al prójimo si salía adelante de la situación de la pobreza en la que me crié“.
Ayuda y homenaje
Almada resaltó que la iniciativa se “despertó” con la noticia de la muerte del papa Francisco. Llamó a Fioretti y se propusieron “hacer lío”, replicando la frase del sumo pontífice.
“Esta acción es también un homenaje a él (refiriéndose al Papa) que se nos ‘fue’ y una forma de seguir haciendo ‘lío’”, expresó.
También, aprovecharon para solicitar al municipio la instalación de farmacias y oficinas de atención en los CPC dedicadas exclusivamente a jubilados. Lo que les facilitaría el acceso a medicamentos y trámites.
La iniciativa de los comerciantes locales sirvió para encender “luces de esperanza en la comunidad”, y resaltar el poder de la acción solidaria vecinal frente a las dificultades.