Tras casi 14 años de paralización, en los próximos días se retomarán los trabajos para terminar la sede del Concejo Deliberante de Córdoba, ubicado en los predios del ex Mercado de Abasto. El plazo de ejecución es de 14 meses, y demandará una inversión por parte de la Municipalidad de 2.770 millones de pesos.
El viceintendente y presidente del Concejo, Daniel Passerini, informó este viernes que se adjudicó a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada entre Roggio y Riva, ganadora de la subasta electrónica que se realizó hace un mes.
Así las cosas, durante la semana que viene se comenzarán a ver movimientos en la manzana delimitada por Costanera, Alvear, Maipú y Nogués. Y en el municipio esperan que la obra lleve el ritmo suficiente para que se cumpla el plazo previsto de 14 meses, para inaugurarlo a mediados del año que viene.
“Estoy muy satisfecho, la unidad ejecutora agilizó muchos trámites y en mes después de la subasta, se cumplieron los requerimientos y se procedió a adjudicar. En los próximos días comienza la parte de acciones en el terreno”, detalló Passerini.
“La idea es que se complete en 14 meses. Por eso, vamos a ser estrictos en el cumplimiento de ese plazo”, agregó el viceintendente.
El edificio del Concejo se comenzó a construir en 2007 y se frenó en 2008, cuando presentaba un avance del 18 por ciento. Desde entonces, la estructura de hierro y hormigón armado quedó expuesta al deterioro producto de la acción climática y del propio abandono.
“La ciudad tiene varios elefantes blancos, uno de ellos es este esqueleto en el Abasto. Se tiene que hacer porque se empezó y tiene que terminarse. Segundo, porque la decisión de terminar esta obra va a iniciar un proceso de renovación en el sector, que sin esta obra no se habría dado. Del sector central de l Costanera, es el más degradado”, describió Passerini.
Revivió el Concejo en el Abasto
La llegada de Martín Llaryora a la Municipalidad y de Passerini al Concejo le devolvió la vida al proyecto. La gestión de Ramón Mestre había decidido demoler la estructura y mudar al Legislativo a los terrenos de Forja, en barrio Talleres Este.
Se evaluó qué servía de la estructura que ya estaba en pie, y se contactó al equipo de arquitectos que lo había diseñado, para que actualizaran el proyecto acorde a los avances tecnológicos que habían transcurrido desde el concurso de 2006 y teniendo en cuenta el saneamiento de lo que ya estaba construido.
Los arquitectos Mariano Faraci, Iván Kustich y Juan Barrionuevo se pusieron a trabajar en el nuevo proyecto, y en paralelo se creó una unidad ejecutora para llevar adelante el proceso licitatorio, que se completó este viernes con la adjudicación.
Lo que hoy hay en el predio es el subsuelo con la playa de estacionamiento, y parte del bloque que da al norte, que es la estructura para las oficinas de los concejales.
La estructura presenta fallas constructivas y además está afectada por el paso del tiempo, con materiales que quedaron a la intemperie.
Las obras de remediación consistirán en la colocación de columnas de acero entre las ya existentes de hormigón. Además, se eligieron materiales constructivos modernos, que son mucho más livianos que los previstos originalmente.
Lo que se pensó en 2006 era un edificio de 5.746 metros cuadrados cubiertos, una gran plaza cívica y una cochera subterránea para casi 150 vehículos. Tenía mucha presencia de ladrillo visto y de hormigón, y un sector estaba recubierto de madera de lapacho.
Estaba iluminado con luces incandescentes, no estaba prevista la conectividad, los sistemas de aire acondicionado eran más grandes y menos eficientes.
Ahora posee arquitectura de aluminio con termopaneles de vidrio, hormigón visto en el oeste y el recinto estará revestido con piezas metálicas. Además, se utiliza el GRC, un material de revestimiento desarrollado por Astori.
El recinto de sesiones está elevado, expresando “el simbolismo de elevar la política”. Se destaca de un frente, que mira hacia el río, que es transparente: eso también expresa la necesidad de la transparencia de la política.
Además, el hall principal es una gran plaza, con mobiliario de espacio público. Poseerá baños sin género y todos los espacios son accesibles.
El recinto tendrá una capacidad de 50 bancas en forma de “cuchara”. Hoy son 31 los ediles, pero está pensado para soportar posibles modificaciones en el futuro.
