A finales de octubre de 2011 se terminaba de integrar a la ciudad de Córdoba el Parque de las Tejas, un espacio verde de siete hectáreas que se construyó en el predio que ocupaba la por entonces Casa de las Tejas, sede del gobierno provincial. Si bien despertó muchas críticas, debido al supuesto valor patrimonial del edificio, la recepción que tuvo el paseo por parte de los cordobeses fue muy positiva.
Pasaron casi 12 años de un uso muy intensivo, por lo que todo el parque pide a gritos una profunda obra de mantenimiento. El problema está en quién tiene que llevar adelante esa tarea: no está bajo jurisdicción municipal y en la Provincia tampoco definen responsabilidades.
El Parque de las Tejas está en el límite sur de Nueva Córdoba y oficia de transición hacia Ciudad Universitaria. Hacia el este, la avenida Hipólito Yrigoyen lo separa del parque Sarmiento.
Tiene varios sectores diferenciados, como una explanada con chorros de agua que en estos días de calor fueron un bálsamo para los niños; el Parque de los Niños, con juegos de madera que están notablemente deteriorados, y el Jardín de los Sentidos, destinado a personas con discapacidad, pero que no ha vuelto a abrir desde la pandemia.
A su vez, comparte espacios con la plaza Cielo y Tierra, el museo didáctico que depende de la Universidad Nacional de Córdoba y del Gobierno provincial.
La fuente que está en una superficie adoquinada y con desniveles funciona a media máquina. Hay chorros que ya no arrojan agua, otros apenas llegan a unos pocos centímetros y sólo un puñado anda correctamente. Lo mismo sucede con la iluminación colocada sobre el solado.
El sector de los juegos, que se lo conoce como la Plaza de los Niños, es el que más deteriorado está y el que más riesgo representa. Hace dos semanas, este periodista fue testigo de la caída, desde un metro y medio hasta el piso, de un bebé de 1 año por el hueco de una madera faltante en una pasarela.
Todos los juegos están dañados o vandalizados. Son de madera y en su momento fueron muy novedosos. Pero el uso intensivo y la falta de mantenimiento, además de las roturas que provocan los desaprensivos, convirtieron el paseo para niños en un sitio de alto riesgo.
El Ministerio de Obras Públicas de la Provincia intervino en el lugar y cerró el sector. Pero las cintas y los carteles no impidieron que, el fin de semana, cientos de niños y sus padres ingresaran a jugar al sector, pese a las advertencias.
Además, en 2013 se inauguró el Jardín de los Sentidos, con juegos interactivos vinculados con la vista, el tacto, el oído y el olfato, todos conectados por sendas peatonales, maquetas o mapas táctiles, y en Braille, y baldosas podotáctiles para orientar a personas ciegas.
Pero se mantiene cerrado al menos desde 2020, cuando comenzó la pandemia de Covid-19.
El resto del parque también necesita una actualización. Por ejemplo, las luminarias tienen las cajas a una altura accesible, lo que no cumple con la nueva normativa de seguridad eléctrica. Además, en varios sitios se ven las mangueras rotas de lo que alguna vez fue el sistema de riego por aspersión.
Reparaciones
Desde el Ministerio de Obras Públicas se informó que ya se está trabajando en el sector de los juegos. Se reemplazarán las maderas que no están en buen estado, se realizará un mantenimiento y se volverán a pintar para que queden acondicionados.
También se recuperarán el cerco perimetral y las puertas. “La idea es que vuelva a quedar un espacio seguro para los niños que lo utilizan”, señalaron desde el Gobierno.
Acerca del resto del Parque de las Tejas, desde la Provincia informaron que existe una fundación que administra la plaza Cielo y Tierra, que a su vez debería mantener el espacio. Desde esa fundación, negaron que sea su responsabilidad e indicaron que el parque tiene un intendente nombrado por el Gobierno provincial.
Para terminar con esa especie de limbo, una alternativa sería que el espacio se transfiriera a la Municipalidad, tal como sucedió con la plaza que se construyó en la excárcel de Encausados. Sin embargo, no es una opción que se materializaría en el corto plazo.
