Los proyectos de ampliación de la Reserva Natural Urbana San Martín, ubicada en el noroeste de la ciudad de Córdoba, no registran movimiento en el Concejo Deliberante. Sin embargo, está en la agenda del gabinete del intendente Martín Llaryora, aunque con posturas divididas.
Por un lado, hay áreas municipales que impulsan la ampliación del área protegida; mientras que en otras prevalecen los proyectos para ejecutar obras viales, lo que iría en detrimento justamente del ambiente que caracteriza al sector.
La Reserva Natural Urbana General San Martín cuenta con 114 hectáreas de superficie –de las cuales 80 son de bosque nativo–, ubicadas en la costa sur del río Suquía, detrás del Centro de Convenciones. Está protegida por la ordenanza 11.702, aprobada en 2009.
Es el único remanente de bosque nativo protegido dentro del ejido municipal. Posee decenas de diferentes especies de árboles y arbustos, como espinillos, aromos, algarrobos negros, aguaribayes, quebrachos blancos, molles, sauces criollos y duraznillos negros. Hay muchas variedades de aves, como aguiluchos, benteveos, cardenales, carpinteros, corbatitas, garcitas, picaflores, teros y zorzales. Y viven allí zorros, comadrejas y coipos.
La Asociación de Amigos de la Reserva –la organización civil que luchó para que se creara ese espacio– viene pidiendo desde hace un par de años que se amplíen los límites. El objetivo es proteger unas 57 hectáreas que van acompañando la margen sur del río hacia el oeste, hasta el puente Los Carolinos.
En esas tierras hay lagunas que se formaron por la actividad minera. Pero que permitieron crear ambientes únicos que se suman a la biodiversidad de la reserva.
Hay dos proyectos en el Concejo Deliberante. En 2021, Laura Vilches, entonces concejala del Frente de Izquierda, presentó una iniciativa para pedir la expropiación de esas tierras, y nunca se trató siquiera en comisiones. Y en mayo de 2022, el edil Ricardo Aizpeolea y su compañero de bancada Armando Fernández presentaron otro proyecto en el mismo sentido para que esas propiedades fueran compradas por el Estado y se sumaran a la reserva.
La legisladora del MST Luciana Echevarría también presentó un proyecto para expropiar los predios que limitan con la reserva San Martín, para sumar más hectáreas protegidas en la ciudad de Córdoba. Pero en la Legislatura tampoco se dio espacio al debate de esa iniciativa.
Los riesgos
Desde la Asociación de Amigos de la Reserva están en guardia por un proyecto vial que tiene en sus manos la empresa Caminos de las Sierras, y sobre el cual el Gobierno provincial aún no ha brindado comunicación oficial.
Se trata de la conexión entre la avenida República de China y el puente de Los Carolinos, y que tomaría parte de los predios privados. Altas fuentes de la Provincia confirmaron el proyecto, incluso que ya hay terrenos expropiados.
En realidad, ya en 2018 se había mencionado el proyecto. Pero no se registraron avances en el terreno.
Rita Stanislavs, de la Asociación de Amigos de la Reserva, comentó que la obra vial conectaría Valle Escondido con la Recta Martinoli y que está previsto, en un futuro, hacer un par de puentes. Hay que recordar que en el sector está paralizado, por una medida judicial, un nuevo paso sobre el río Suquía.
“Cuando se hizo la audiencia pública de esa obra, todos estuvieron en contra, nadie opinó a favor. Y hasta el que hizo la evaluación de impacto reconoció que no soluciona el problema del tránsito. Pero el problema es que no solo no soluciona el problema, sino que además pondría en peligro la reserva, porque estaría pasando a poco menos de 200 metros una calle con doble carril, con dos vías de cada lado, con riesgo de que tiren una colilla, se arme un incendio, y de que haya contaminación y ruido”, agregó.
El rechazo también viene por parte de los vecinos de los barrios privados de la zona, que no quieren que se incremente el tránsito en República de China.
Qué piensan sobre el proyecto
Las aguas están divididas dentro del gabinete de Martín Llaryora. Por un lado, en las secretarías de Desarrollo Urbano y de Desarrollo Metropolitano promueven la obra vial, incluso la urbanización de algunos de los lotes limítrofes a la reserva.
Incluso, está dando vueltas el expediente de la extensión de la avenida Costanera, que debía ejecutar la empresa desarrollista Gama por un convenio urbanístico. Esa traza se extiende por la margen norte del río Suquía, pero también genera el rechazo de los vecinos que viven en ese sector de Villa Belgrano.
Por el otro lado, están las autoridades de la Secretaría de Ambiente y del ente municipal Biocor, que tiene a su cargo la reserva. En esas reparticiones sí están de acuerdo en sumar más hectáreas protegidas, al tiempo que no comparten la necesidad de ejecutar la obra vial.
“Son tierras de un valor natural que hoy no está del todo claro. Pero que serán extremadamente necesarias para la ciudad en 20 años, cuando se profundicen los efectos del cambio climático”, razonó una altísima fuente del gabinete de Llaryora.
¿Qué pensará el intendente? Hay fuentes que lo ubican más cercano a la idea de preservación, que va en línea con la agenda ambiental que puso en marcha Llaryora a través de la recuperación del espacio público, la forestación y el impulso de la economía circular.
“¿Cómo justificaría el intendente que se afectara la reserva con una obra vial, si dice promover justamente una ciudad más verde?”, lanzan, a modo de desafío, desde la Asociación de Amigos. La respuesta la tiene solamente Llaryora.
