Esta semana se conocieron cuatro siniestros viales que involucraron a jabalíes. Las autoridades reconocen que los problemas con estos animales son cada vez más frecuentes. Y los científicos aseguran que su población está fuera de control y que las medidas para frenar su avance deben ser integrales.
En mayo de 2019 se formó la “Mesa del Jabalí”, un espacio del Gobierno de Córdoba en el que confluyeron técnicos de Provincia y otros organismos estatales como Inta y Senasa, científicos, entidades rurales, turísticas y de la caza deportiva.
“Era una buena iniciativa para poder discutir soluciones. Pero se frenó por el cambio de autoridades provinciales y por la pandemia”, asegura Daniela Tamburini, especialista en mamíferos del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la Universidad Nacional de Córdoba (Cernar, UNC).
En tanto, Julia Paulucci, becaria doctoral del Conicet, que estudia la problemática en Sierras Grandes, coincide en que la mesa es una buena idea. “Es una buena iniciativa porque reúne a muchos actores”, sostiene.
La bióloga está estudiando cuál es la mirada que tienen los productores de la región sobre esta especie. “Mencionan que las manadas de jabalíes atacan a los terneros, aunque yo no lo he visto. El principal problema es que dan vuelta las pasturas naturales que consume el ganado”, cuenta.
El jabalí hoza (escarba la tierra) en busca de frutos, semillas y raíces en el suelo. De esta forma destruye el suelo y no permite la regeneración de plantas que son necesarias para la subsistencia de la fauna autóctona, pero además rompe las frágiles suelos serranos.
“La situación ha empeorado y su población está aumentando. Hace cinco años no se hablaba de accidentes en rutas y ahora tenemos siniestros casi todos los días y en diferentes partes de la provincia. Los daños ambientales son terribles. Están destruyendo hectáreas de suelo”, agrega Tamburini.
Respuesta oficial
Desde la Secretaría de Ambiente de Córdoba aseguran que el jabalí afecta a la mayoría de las provincias argentinas. “Debido a su tamaño, a sus hábitos y características, no hay una sola forma de controlarlo. Se vienen planteando distintas estratégicas, pero ninguna resulta eficiente en su totalidad”, indicaron.
Y mencionaron que en la actualidad está habilitada la caza del jabalí durante todo el año, a cualquier hora y sin cupo. “También se está trabajando con la Nación para analizar la conveniencia económica de una cadena de valor y sustentabilidad del cuero de jabalí. Y Parques Nacionales está estudiando el uso de cebos tóxicos específicos para jabalíes que no afecten a otras especies.
Paulucci cree que la faena podría ser una buena medida siempre y cuando se acompañe de una campaña de educación para que la gente conozca claramente el motivo de por qué se están matando animales salvajes.
“Los jabalíes llegaron desde el sur y se escaparon de los cotos de caza de Córdoba hace varios años. Ese era el momento para actuar. No había que esperar que la especie se dispersara. Ahora revertir la situación es muy compleja, casi imposible, y con un alto costo”, agrega Tamburini.
