La cordobesa María Celeste Buompadre, nacida en la Capital pero con raíces en Oncativo, no sale de su asombro por su candidatura a Personalidad Cordobesa 2025.
En un parate de su tarea como médica del servicio de Neurología del Hospital Garrahan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) le dice a La Voz: “Estoy muy feliz por el reconocimiento. Pensaba que con la nominación ya era suficiente”.
Con la nominación, la especialista se refiere al galardón “Dr. Benito Yelin” que recibió junto a la becaria Paula Ramos en el XXXI Congreso de la Academia Iberoamericana de Neurología Pediátrica, por una investigación sobre el síndrome de Sturge-Weber, una enfermedad neurológica poco frecuente. Un reconocimiento mayúsculo para estar nominada al premio impulsado por La Voz.
Celeste estudió Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y una vez terminada la carrera, en 2002, viajó a Buenos Aires para formarse en Neurología. Realizó la residencia en el Hospital de Pediatría Garrahan, de referencia nacional e internacional. Y es parte del staff de especialistas desde 2008.
“Como cordobesa es un honor trabajar en este hospital. Después de especializarme en Pediatría, dije: ‘Tengo que formarme en el hospital de mayor complejidad y referencia’. Pude hacerlo y proyectarme. Acá me quiero quedar”, sostiene.
Trabajar con pasión y compromiso
Para la neuróloga es un orgullo y un desafío enorme estar en uno de los hospitales de referencia e innovación más importantes de Latinoamérica, pero además se siente una “elegida”. “Es una de las recompensas más grandes”, asegura.
Aunque muchas veces lucha por salvar vidas, también se mueve y mucho por fuera de las salas del hospital: durante todo el año salió a la calle para reclamar por la Ley de Emergencia Pediátrica, que pide aumento de sueldos para los profesionales y recursos para los hospitales públicos nacionales.
“El sistema de salud no está preparado para estas actividades más allá de la medicina. Se logró un aumento de sueldo que calmó la situación, pero en un lugar de alta complejidad y con tantas prestaciones, la suba se queda corta”, indica.
Y agrega que elige seguir trabajando por la salud de los chicos porque es su vocación. “Las situaciones ideales son difíciles. Si uno tiene los estímulos necesarios, incluidos compañeros y referentes, las cosas salen”, reflexiona.
Celeste también recuerda a su familia en Oncativo, a la que sueña con visitar en las próximas semanas, y abrazar al sobrino que tanto la espera. Pero antes no deja de pensar y buscar soluciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes que llegan desde todos los rincones del país al Garrahan.
Qué es el síndrome de Sturge Weber
Buompadre viene investigando desde hace años el síndrome de Sturge-Weber, una enfermedad neurológica poco frecuente que se caracteriza por malformaciones vasculares que afectan la piel, el cerebro y, en algunos casos, los ojos.
La especialista sostiene que su abordaje requiere un enfoque multidisciplinario que combine la atención clínica, el diagnóstico por imágenes y la investigación aplicada, áreas en las que el Garrahan se destaca a nivel regional.
Las especialistas lograron comprender cómo las características que se ven en las imágenes del cerebro pueden estar relacionadas con la evolución clínica del síndrome, información que puede orientar el tratamiento de los pacientes.
Los resultados mostraron que los pacientes con angiomas y calcificaciones presentaban una evolución mucho más complicada: con crisis epilépticas más severas en los dos primeros años de vida y episodios similares a un ACV.
Además, observaron que en pacientes con afectación cerebelosa, en la zona infratentorial, el desarrollo intelectual suele verse más comprometido. “De acuerdo a la afectación en el sistema nervioso, el diagnostico desde el punto de vista neurológico es más severo, pero hay pacientes que sufren afecciones en el cerebelo y eso me llamó la atención”, explica.
La médica lo pudo comprobar con una paciente y eso fue lo que la llevó a realizar la investigación y a preguntarse: ¿Por qué en algunos pacientes la enfermedad tiene formas de comportarse más leves o asintomáticas?
Y explica que la investigación sirve para saber qué información darle a los padres en cuanto a la evolución y pronóstico de los chicos. “Queremos seguir estudiando esta enfermedad. E incluso trabajar con pacientes de otras instituciones”, cierra la profesional cordobesa, antes de despedirse de la comunicación telefónica.
