La investigación judicial sobre las muertes sucedidas en el hospital Neonatal de la ciudad de Córdoba está llegando a su fin, al menos en la instrucción que lleva adelante el fiscal Raúl Garzón desde hace un año. Se espera que en las próximas semanas esta etapa se termine.
El nuevo dato relevante es que se analizaron las historias clínicas de todos los bebés fallecidos entre enero de 2021 y el 18 de marzo de 2022 y en ninguno se encontraron datos extraños o un patrón que se asemeje a lo que ocurrió luego, entre el 18 de marzo y el 6 de junio de 2022, cuando 13 bebés nacidos sanos se descompensaron de modo tan inexplicable como grave, al punto que cinco fallecieron.
Fueron 38 los bebés analizados, que nacieron por parto natural y luego pasaron a la sala de recuperación con sus mamás.
En el Neonatal fallecen en promedio unos 12 bebés al mes, aunque en la mayoría de los casos son prematuros o con malformaciones incompatibles con la vida. Estos casos graves nacen por cesárea en quirófano y no estaban bajo la lupa judicial, dado que la sospechosa detenida es la enfermera Brenda Agüero, que se desempeñaba en obstetricia, en la sala de partos.
La Maternidad es de una complejidad de tercer nivel y recibe pacientes del interior del país. Más de 300 bebés al mes nacen en este centro de salud.
El rastrillaje sobre todos los fallecimientos ocurridos allí en esa ventana de tiempo se corresponde con el momento en que Agüero empezó a trabajar en esa maternidad. También se analizó su paso por un centro de salud privado, aunque alli su actuación era mucho más acotada y controlada.
Los casos de la causa
La gran pregunta ahora es qué sucedió a partir de marzo, cuando la enfermera comienza –según la acusación– con los pinchazos fatales a los bebés.
Está descartado que haya aplicado antes este modus operandis: el primer ataque fue el 18 de marzo. Ese día, fallece Francisco Cáceres, un bebé que había nacido por cesárea pero que fue llevado a las incubadoras que entonces estaban en el área donde se desempeñaba Agüero y al que ella habría manipulado. Luego se agregará como sospechoso el caso de la beba Uma, que también presenta apnea y descompensación grave, Está internada cuatro días en terapia pero logran recuperarla. Eso también pasó el 18 de marzo.
El 23 de abril fallece Benjamín Bustamante y el 23 de mayo, Ibrahim Guardia. Ambos eran bebés sanos, nacidos a término, de mamás controladas en sus embarazos.
El caso de Guardia, que no fue denunciado por las autoridades del Neonatal, es el más llamativo porque para entonces habían sonado ya todas las alarmas: se habían realizado análisis de causa raíz sobre casos anteriores descartando otras hipótesis, se había recibido la recomendación expresa de hacer la denuncia judicial cuando se presentara otro caso y personal de jerarquía intermedia había avisado por nota escrita de que estaba sucediendo hechos graves y extraños.
La reconstrucción posterior de los hechos, según múltiples testimonios, indicaba que había sospechas ya de que alguien estaba causando adrede esas descompensaciones. En ese lapso, en la propia investigación interna que hizo el hospital se agregarán, además de Uma, otros siete bebés que tuvieron que ser llevado a terapia de manera inexplicable. La propia Agüero les dice a dos colegas que en el “radio pasillo” la estaban acusando a ella de atacar a los bebés.
El 6 de junio cuatro bebas nacidas sanas de repente perdieron tonicidad y presentaron bradicardia extrema y apena. Dos mueren.
Primeras denuncias
Paradójicamente, las dos denuncias por las muertes sin causas explicables que realizaron dos médicas de esa maternidad no le llegaron al fiscal Garzón, sino a la fiscal Jorgelina Gutiez. Eso sucedió el 6 y 7 de junio del 2022: la doctora Silvana Cagliero denuncia el fallecimiento de Angeline Rojas y la doctora Marcela Quaglia el de Melody Molina. Esas denuncias dieron paso a la autopsia judicial, pero la fiscal no avanzó en nada más.
Un mes después, el 4 de julio, un particular (vinculado a uno de los profesionales de esa maternidad que conocía los hechos) se presenta espontáneamente y hace la denuncia, que recae en el Distrito 3, Turno 7, a cargo de Garzón, quien tres días después allana el Neonatal.
Otro mes después, el caso salta a la luz pública y se conoce que entre marzo y junio 13 bebés nacidos sanos habían sido pinchados adrede con una sustancia –se presume potasio e insulina- que les provocó una descompensación grave.
Garzón reconoce públicamente los casos graves que estaban bajo análisis y el 19 de agosto detiene a Agüero, a quien la acusa de homicidio calificado por procedimiento insidioso en cinco casos e intento de homicidio en otros ocho. La enfermera está desde entonces detenida en Bouwer. El 25 de febrero detiene a Liliana Asís, directora por 12 años del Neonatal, a quien la acusa de encubrimiento agravado, falsedad ideológica y omisión de deberes de funcionario público. Desde el 15 de mayo, Asís cumple la detención en su domicilio.
Además, están imputados por omisión de los deberes de funcionario público el exministro de Salud Diego Cardozo, el exsecretario de Salud, Pablo Carvajal, la exsubdirectora médica Claudia Ringelheim, el exsubdirector administrativo Alejandro Escudero Salama, la jefa de Enfermería Alicia Ariza, la exjefa de Neonatología, Marta Gómez Flores y la referente de seguridad del paciente en el Neonatal, Adriana Moralez.
