Luego de que se mediatizara el caso de Jazmín C., una joven que en una exposición en el Senado –en el marco de la presentación de un proyecto de ley– dijo haber denunciado falsamente a su papá por abuso, La Voz accedió al fallo de condena al padre de la joven y que habla de la contundencia de la prueba en su contra.
En la causa se citaron todas las pericias y entrevistas psicológicas que le hicieron en el proceso a la niña en el momento de la denuncia y meses después. Todas dan cuenta de los abusos y de las consecuencias de estos abusos en su salud mental. Su psicóloga también expresó durante el juicio la gran angustia que vivió la joven provocada porque su mamá no le creía.
Desde el entorno que tuvo vinculación con la causa hay una enorme preocupación por la postura de la joven en el Congreso y por la actuación de su madre. Prefirieron no hacer declaraciones públicas, pero todas remiten a las pruebas incorporadas en la causa y que se resumen en la sentencia emitida por la Cámara Novena del Crimen de la Ciudad de Córdoba en abril de 2023.
La exposición de la joven (hoy de 18 años) en el Congreso se realizó en el marco de la presentación de un proyecto de ley de la senadora Carolina Losada (Juntos por el Cambio) para aumentar la penalización por falsas denuncias.
En esta nota se omiten los apellidos de la víctima y del victimario en pos de proteger la intimidad de la joven y no generar una revictimización para la misma.
Qué dice el fallo
La Cámara, integrada a través de una de sus Salas Unipersonales a cargo del juez Gustavo Rodríguez, condenó a Julio César C. a 15 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal continuado, triplemente calificado por el grave daño en la salud mental de la víctima, agravado por el vínculo y la situación de convivencia preexistente y por promoción a la corrupción de menores calificada. La causa había sido elevada a juicio por la fiscal de instrucción Ingrid Vago.
Tanto la fiscal de Cámara, Mercedes Ballestrini, como el abogado querellante de la familia de Jazmín y la asesora complementaria de la joven pidieron la condena de Julio César C. en el juicio. Incluso, el propio abogado defensor, Darío Vezzaro, pidió su condena, pero solo por el delito de abuso simple.
Al no pedir su absolución, el letrado reconoció la contundencia de la prueba en contra de su cliente. Luego del juicio renunció a su rol y otro abogado tomó la defensa del imputado y presentó un recurso de casación del fallo.
En el juicio la fiscal Ballestrini pidió la investigación de la actuación de la madre de la joven, Ana Lorena M., por posible comisión de delito, algo que fue remitido en el fallo. De los informes y el relato de testigos surge que la mujer no apoyó a su hija e intentó relativizar lo que contó diciendo que había sido una actitud de “rebeldía adolescente”.
La denuncia y las pruebas
Jazmín C. le contó a su madre en marzo de 2020, cuando tenía 14 años, que su padre la había abusado en reiteradas ocasiones cuando ella tenía entre 6 y 10 años.
Ese día radicaron la denuncia en la Unidad Judicial de Delitos contra la Integridad Sexual (DIS) que funciona en el Polo de la Mujer de Córdoba. Allí, la joven expresó en la primera entrevista que durante su infancia su padre le tocaba sus partes íntimas, que la obligaba a tocarle sus genitales y que incluso en ocasiones la obligaba a practicarle sexo oral. Además, la joven expresó que la amenazaba para que no cuente lo sucedido porque sino “lo iban a llevar preso”.
El padre de la chica –negando esta situación– también fue al Polo y quedó detenido por unos días. Luego fue liberado pero con una orden de restricción de acercamiento.
En abril de 2020, Julio César C. comenzó a frecuentar la casa familiar nuevamente, pese a la restricción. Primero los fines de semana y luego todos los días. En esa fecha (abril de 2020) la madre de la niña fue a la justicia y dijo que su hija se retractó. Luego hizo lo mismo la madre de la mujer (abuela materna de la víctima).
Sin embargo, en las entrevistas interdisciplinarias que se hicieron en febrero de 2021, en marzo de 2021 y en abril de 2021, la joven ratificó el abuso. En cada una de estas instancias la chica tuvo un relato único, coherente, y manifestó síntomas de angustia y rasgos que psicólogos y psiquiatras detectaron compatibles con un abuso sexual reiterado y prolongado durante su infancia.
Pero no solo eso. La psicóloga de la joven declaró que su angustia no solo era producto de los abusos, sino porque “su mamá no le creía” y que ella “sabía” de esos abusos. La joven manifestó allí que luego de que pudo contarle lo que había sucedido a su abuela materna, a su tía y a una prima, la madre le quitó el celular. También contó otras situaciones a través de las cuales su madre la presionaba para que se retracte.
En el juicio, la tía de la víctima, una prima y sus amigas contaron lo que la joven les había narrado. Estos relatos coinciden con lo declarado en las cuatro entrevistas a Jazmín C. Los testimonios también dieron cuenta de situaciones de violencia de género de Julio César C. hacia la madre y todo el grupo familiar.
La joven no pudo declarar en el juicio por recomendación del equipo técnico, quienes consideraron que sería perjudicial para su salud. La pericia sobre el acusado reveló que el hombre presentaba rasgos narcisistas, obsesivos y psicopáticos, y otras características que se condicen con un perfil de abusador.
En el fallo su psicóloga resumió la angustia de la joven en una frase que le manifestó en una de sus sesiones de tratamiento: “Ella elige creerle a él y no a mí”.
