Mientras crece y se extiende la conmoción por el caso de Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años hallada asesinada dentro de un auto en barrio Ampliación Kennedy, en la periferia sur de la ciudad de Córdoba, investigadores policiales y judiciales trabajan para echar luz sobre este dramático episodio. Por el crimen se encuentra detenido Néstor Soto (21), un amigo de la víctima y que cursaba con ella los estudios en la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba.
A priori, el fiscal José Mana lo imputó por supuesto homicidio simple y lo mandó al Establecimiento Penitenciario N° 9, de donde sería enviado a la Cárcel de Bouwer.
En Tribunales entienden que la causa será girada en las próximas horas a una fiscalía de Violencia Familiar ante la sospecha clara de que se trató de un femicidio. En ese sentido, todo indica que la imputación en contra de Soto se agravará a esa figura penal.
Catalina, a tenor de la sospecha judicial, fue víctima de un crimen por violencia de género.
De confirmarse, es el quinto femicidio en Córdoba en 2024. A todo esto, hay un femicidio vinculante este año (un niño ejecutado por su padre).
Volviendo a este último caso, la sospecha más fuerte es que Néstor Soto habría asesinado a su amiga en la noche del miércoles luego de que ella lo pasara a buscar por su casa.
Los investigadores creen que el joven habría querido mantener un encuentro con ella y, en esas circunstancias, la habría asesinado.
La presunción es que la habría golpeado y estrangulado en el domicilio. Según los resultados preliminares de la autopsia la causa fehaciente de la muerte sería asfixia por estrangulamiento.
Por el momento no se pudo determinar si la acción fue realizada con la ayuda de las manos o mediante otros elementos que pudieron haber sido empleados por el agresor, se indicó.
Los profesionales advirtieron que el cadáver presentaba múltiples lesiones en diferentes aéreas. También posee quemaduras, que se habrían producido luego del deceso.
El parte de la autopsia descarta que la víctima haya sufrido abuso sexual, según lo publicado por Perfil Córdoba.
Luego habría cargado el cuerpo en el Renault Clio gris (propiedad de la madre de ella) y lo habría trasladado a un descampado ubicado a un par de cuadras en Ampliación Kennedy. En el lugar habría intentado prender fuego el coche con alcohol para ocultar pruebas y desviar la pesquisa.
Las llamas tomaron parte del interior, pero se terminaron apagando. Acto seguido el muchacho se habría marchado, según fuentes de la causa.
Horas después, mientras en la Jefatura de Policía se tomaban testimonios a amigos y allegados a la joven (ya que aún estaba desaparecida), Soto habría terminado incriminándose tras decir que Catalina era el amor de su vida, según fuentes de la causa.
Algunas versiones dan cuenta de que habría confesado. No hay confirmaciones, en ese sentido.
La familia de la víctima reclama que se esclarezca el crimen y se condene al acusado a la máxima pena. En ese sentido, el padre de la chica expresó que el acusado iba a su casa de manera periódica y reclamó que sea condenado al máximo de la pena.
A todo esto, los pesquisas policiales trabajan en la búsqueda y análisis de filmaciones mientras acumulan testimonios y buscan testigo.
Crimen en Córdoba: salida a la muerte
En la noche del pasado miércoles, Catalina le pidió el auto a su madre para encontrarse con amigos en barrio Nueva Córdoba. Tenían pensado ir a un bowling. Entre el grupo se encontraba presuntamente su novio.
Sin embargo, la joven estudiante universitaria nunca llegó.
Con el paso de las horas, y dada la lógica preocupación, hubo cruce de mensajes entre los amigos y los familiares de Catalina.
Tras activar el sistema de localización del GPS de su celular, la hermana pudo determinar dónde estaba la joven. Hasta ese entonces, nada hacía presagiar lo peor.
El espanto en toda su dimensión sería descubierto a las 23.40, cuando los familiares encontraron el auto quemado en una desolada calle cerca de un descampado.
En su interior, en la parte trasera, se encontraba el cuerpo.
Al cabo de unos minutos comenzaron a llegar policías, jefes de la fuerza, peritos, funcionarios judiciales. La noticia del asesinato de una joven y dentro de un coche quemado se extendió en segundos por los principales teléfonos de las autoridades.
La hipótesis de un asalto rápidamente fue abandonada ante el hallazgo del celular y otras pertenencias de la chica, sin contar el vehículo.
Desde la Justicia se ordenó resguardar la escena del hecho, mientras se disponían las primeras medidas investigativas que incluían la búsqueda de testigos y el armado del rompecabezas para dar con el o los asesinos.
A todo esto, algunos vecinos comenzaron a referir que habían escuchado varias voces de hombres a poco de iniciado el fuego y que hacían referencia a llamas y a un coche incendiado. Para los pesquisas, esas “voces” eran de los mismos policías de civil que habían llegado a trabajar en la escena del hecho.
Detención del acusado
A todo esto, por la Unidad Judicial de Homicidios en la Jefatura de Policía comenzaron a desfilar amigos y allegados de la chica para testificar y contar todo lo que sabían del hecho.
En ese marco, según trascendió, llegó a declarar el joven Néstor Soto. El muchacho es oriundo de Río Negro y había llegado a Córdoba para estudiar Arquitectura en la UNC. Así fue que conoció a Catalina y entabló una fuerte amistad con ella.
Voceros del caso señalaron que el muchacho indicó que el miércoles a la noche intercambiaron mensajes con ella y que ella lo fue a buscar a su casa. No está claro si el ataque habría ocurrido allí o ya en el auto. Según trascendidos, en medio de contradicciones, el muchacho habría admitido que la atacó. En ese sentido, las autoridades habrían dispuesto que dejara de declarar como testigo ya que se estaba incriminando y no estaba su defensa.
Al amanecer del jueves, ya se sabía que había un detenido por el crimen de la joven estudiante.
La causa, por jurisdicción, recayó en la fiscalía de feria de José Bringas, secretaría Silvana Scarpino. Al no estar este funcionario en actividad, actúa en su reemplazo el fiscal José Mana.
Precisamente, este funcionario fue quien dispuso la detención de Soto y la imputación inicial de homicidio simple. De todos modos, es un hecho que la figura penal se agravará.
En ese sentido, en las próximas horas, al reanudarse la actividad judicial normal tras la feria, el caso irá a parar al fuero de Violencia Familiar, de acuerdo a fuentes tribunalicias.
Mientras tanto, pesquisas del Departamento Homicidios de la Policía siguen recolectando pruebas para terminar de armar el rompecabezas en torno al crimen de la joven.
En ese sentido, se buscan filmaciones y se analizan registros. De todos modos, está prácticamente descartado que haya habido cómplices.
