Ya sucedió una vez en Córdoba cuando la identidad del violador serial, Marcelo Mario Sajen, era todavía un misterio y no había ningún tipo de dato para cercarlo y atraparlo.
Este jueves, por disposición de la Fiscalía del Segundo Turno de Villa Carlos Paz, se inició la extracción de muestras de ADN a miembros de la fuerza policial que trabajaban en la Departamental Punilla en marzo de 2015, cuando se produjo la violación y el crimen de Andrea Castana en el Cerro de la Cruz.
La medida se suma a una campaña de recopilación de datos genéticos que se inició el año pasado para acercarse al patrón familiar del atacante que, según se constató, atacó a otras cuatro mujeres entre 2004 y 2005 siguiendo un comportamiento similar y dejando su ADN en otra de las víctimas.
A partir del caso del violador serial, en Córdoba se aprobó la ley 9.864 que establece la creación del Registro Provincial de Perfiles de ADN en el cual se debe sumar los datos del personal de la Policía de la Provincia de Córdoba.
El proceso se inició a pedido de los abogados Daniela Pavón y Gerardo Batistón, representantes de los padres de Andrea Castana, constituidos como querellantes. Y tiene que ver con que el registro que se abrió por ley en 2004 nunca se actualizó.
Para avanzar sobre este tema, la Fiscalía le solicitó a la Jefatura de la fuerza que aporte la nómina de policías que trabajaban en la Departamental Punilla o tenían domicilio en Villa Carlos Paz en marzo de 2015.
A partir de esos datos, se convocó a los efectivos (hombres y mujeres) para la toma de muestras de ADN con el objetivo de incorporarlas a la causa en la que se investiga el crimen de Andrea Castana.
El proceso está a cargo de la Unidad de Genética Forense de la Justicia provincial.
Se trata de un hisopado bucal que lleva adelante la sección de Química Legal de la Policía Judicial para compararlo con el ADN que se encontró en el cuerpo de Andrea y de una de las víctimas de violación que fue atacada en el Cerro de la Cruz en 2004.
A partir de este jueves, se tomarán unas 40 muestras que se suman a las 390 que ya se extrajeron desde el inicio de la causa.
A la espera de resultados del FBI
En tanto, en la Fiscalía de Carlos Paz se esperan los resultados del cruce de los datos genéticos recuperados en el cuerpo de Andrea Castana con los distintos bancos de ADN que existen el mundo.
Esto es a partir de una colaboración que ofreció el FBI para avanzar en la investigación del caso a partir de un mecanismo que permitió el esclarecimiento de casos que no habían podido se resueltos antes de que existieran este tipo de avances científicos.
El uso de los bancos genéticos privados fue clave para revelar la identidad del Golden State Killer (asesino del Golden State), Joseph James DeAngelo, quien cometió unos 12 asesinatos y más de 50 violaciones en la década de 1980 en Estados Unidos y fue detenido recién en 2018.
La resolución del caso llegó a partir de una comparación de muestras de ADN colectadas en las víctimas con millones de registros genéticos preservados en bancos perteneciente a empresas privadas que se dedican a test de paternidad o vinculaciones perfiles genealógicos.
El caso de Andrea Castana
Andrea Castana desapareció el 11 de marzo de 2015 en el Cerro de la Cruz. En una tarde de sol, la mujer, madre de dos hijos, había decidido ascender por el Vía Crucis hasta la enorme cruz que se erige en la cumbre de uno de los cerros que rodean Villa Carlos Paz. Nunca terminó el descenso y cuando se denunció su desaparición, cientos de personas participaron de la búsqueda.
Dos días después, en la fatídica tarde del 13 de marzo, su cuerpo apareció semienterrado y dispuesto en el tronco seco de un árbol. La autopsia determinó que había sido violada y murió estrangulada.
En 2022, tras varios años sin novedades, el caso tomó nuevo impulso a partir de la comparación de los datos de ADN que se encontraron en el cuerpo de la mujer con los registros de un caso de violación ocurrido en 2004, prácticamente en el mismo lugar en el que Andrea fue atacada. Luego, se conocieron otros tres casos similares en los que le agresor abusó de las víctimas sin llegar a dejar muestras.
Con esos datos, la Fiscalía comenzó a buscar patrones genéticos similares para acercarse al perfil del violador y asesino. Para esto, comenzó a tomar muestras de ADN de hombres que trabajaban en la zona del Complejo Aerosilla, en la base del Cerro de la Cruz, y en las viviendas cercanas.
Ahora, la idea es continuar con la recolección de datos genéticos entre los efectivos policiales que cumplían funciones por esos meses de 2015 en la Departamental Punilla, en Villa Carlos Paz.
El caso Sajen, un antecedente
Cuando no había ningún tipo de pista y la desorientación era total en torno a la identidad del violador que acechaba a Córdoba en los primeros años de la década de 2000. En 2004, a través de la ley, la Justicia avanzó en la toma de más de 10 mil muestras en todos los policías en ejercicio de funciones en ese momento.
El hecho generó una fuerte polémica en la fuerza y en la política cordobesa y nacional.
El 30 de diciembre de 2004, Marcelo Mario Sajen se quitó la vida antes de ser atrapado por la Policía que lo tenía cercado. Había perpetrado 93 violaciones entre 1991 y 2004.
Justamente, en 2004 se producía el primer ataque del violador del Cerro de la Cruz.
