Caminos de las Sierras, la empresa provincial de capital estatal que administra la Red de Accesos a Córdoba (RAC), consolidó en los últimos cuatro años un vivero propio para abastecer su plan de forestación con especies nativas.
El proyecto, que comenzó en 2021 durante la pandemia, se transformó en una especie de “fábrica de árboles” que ya produjo cerca de 100 mil ejemplares y hoy cuenta con un stock superior a las 85 mil plantas.
La iniciativa surgió ante la dificultad de conseguir especies autóctonas en los viveros comerciales y por la decisión de la empresa de priorizar flora nativa en sus obras de forestación. Hay viveros de la Provincia pero tienen alta demanda también.
“Nuestro objetivo inicial fue crear un vivero que nos permitiera producir árboles y arbustos propios de Córdoba, adaptados a cada sector de la red vial”, señaló Horacio Vega, encargado ejecutivo de Espacios Verdes.
El vivero está en el predio de la empresa, ubicado en Malagueño, y comenzó desde cero en febrero de 2021. Primero se trabajó con un sistema de recría de plantas compradas de entre 30 y 50 centímetros, que crecieron hasta alcanzar un tamaño óptimo de plantación.
En paralelo, se construyó un invernadero de 360 metros cuadrados con materiales reciclados de la propia red vial, donde se comenzó a producir desde semilla con riego por microaspersión.

La infraestructura se amplió con oficinas, sanitarios, depósitos y cocheras, además de un sistema de riego por aspersión automatizado en todo el predio y un pozo de captación subterránea inaugurado en 2023.
Hoy, el área de Espacios Verdes de la empresa funciona con 29 trabajadores, entre jefes, administrativos y operarios.
De los árboles a los arbustos
En 2022 comenzó una segunda etapa que incorporó arbustos autóctonos y ornamentales. Se construyeron 12 túneles para gramíneas y esquejes que luego se expandieron a 30, lo que permitió diversificar la producción.
Actualmente, la proporción de plantas producidas es de 44% árboles y 56% arbustos, en función de las características de los espacios a forestar.
“El 70% de los sectores de la RAC, como rotondas o canteros, no son aptos para árboles por cuestiones de seguridad vial. Por eso sumamos arbustos que cumplen una función paisajística, mientras los árboles aportan más servicios ambientales”, explicó el ingeniero agrónomo Matías Bertolotto, integrante del equipo técnico junto con Lucrecia Sala y María Isabel Cumiano.
El vivero desarrolla procesos propios de recolección de semillas en zonas cercanas a las rutas, para garantizar la trazabilidad genética de cada ejemplar.
También produce su propio compost a partir de restos de poda chipeados, mezclados con bosta de caballo obtenida mediante un convenio con la Sociedad Rural. El resultado es un sustrato que combina compost, arena y tierra negra, adaptado a las especies locales.
“Trabajamos con algarrobos, espinillos, cina-cina, molles, talas, moradillos y muchas otras especies nativas que no suelen encontrarse en el mercado. Incluso producimos especies arbustivas menos conocidas como sen de campo, palo amarillo o chilca, que cumplen un rol clave en el ecosistema”, destacó la ingeniera Cumiano.

Implantación y mantenimiento
Desde septiembre de 2022 se ejecuta el plan de forestación de la RAC. Hasta la fecha se implantaron 98.932 ejemplares en distintos sectores de la Red: la mitad en la Circunvalación (50.639), además de la ruta E53, la ruta 20, la ruta 36, las estaciones de peaje y otros espacios.
El criterio de plantación es utilizar árboles de entre 1,20 y 1,80 metros de altura y con dos a tres años de crecimiento. “Las plantas grandes tienen menos mortandad inicial, son más visibles y sufren menos daños con el corte de pasto”, precisó Bertolotto.
La tasa de pérdidas ronda apenas el 5%, atribuida sobre todo a vandalismo o a roturas durante el mantenimiento.
Cada ejemplar se coloca con un tutor que lleva la identificación de Caminos de las Sierras, para diferenciar la plantación y garantizar el seguimiento.
Además, la empresa dispone de cuadrillas que realizan riegos, podas de formación, reposición de tutores y controles periódicos.
Convenios con municipios
La “fábrica de árboles” ya alcanzó una producción que supera la capacidad de forestación de la propia empresa. Por ese motivo, Caminos de las Sierras firmó convenios con municipios de la provincia para entregar entre mil y dos mil plantas por tanda, con la condición de que cada localidad se haga cargo de la implantación y el cuidado.
Desde 2024 se distribuyeron 11.093 ejemplares en 14 localidades, entre ellas Villa Parque Santa Ana, Río Primero, Salsipuedes y San Agustín. Próximamente se sumarán Almafuerte, Los Cóndores, Berrotarán, Elena, Alcira Gigena y Coronel Baigorria.
“Además de entregar los árboles, capacitamos a los equipos municipales para que la plantación sea correcta. Antes de una nueva entrega, verificamos cómo se cuidó la tanda anterior”, señaló Vega.
De esta manera, el proyecto no solo se expande por la RAC, sino que también fortalece vínculos con gobiernos locales que buscan forestar espacios públicos con flora autóctona.
Perspectivas de futuro
El proyecto se encuentra en una tercera etapa, con la construcción de un nuevo invernadero de 360 metros cuadrados que permitirá duplicar la producción e incorporar más especies nativas. El objetivo central es densificar las áreas forestadas de la Circunvalación, para generar pequeños bosques que rodeen la ciudad.
“Queremos duplicar la cantidad de árboles de la Circunvalación y seguir acompañando las obras de ampliación y mantenimiento de la RAC con forestación”, precisó Cumiano.
El presidente de Caminos de las Sierras, Julio Bañuelos, destacó que la iniciativa trasciende a la propia empresa.
“Esto no es solo un plan de forestación vial, es un proyecto ambiental a largo plazo. Lo que hoy estamos plantando va a verse en plenitud en 10 o 20 años, cuando la ciudad esté rodeada por un anillo verde que aportará servicios ambientales invaluables”, afirmó.
“Nos llena de orgullo saber que lo que comenzó en pandemia como una necesidad, hoy es una política ambiental que integra a técnicos, municipios y trabajadores. Esta fábrica de árboles demuestra que se puede gestionar la infraestructura vial con una mirada sostenible y pensando en el futuro de Córdoba”, concluyó Bañuelos.