Durante el invierno, uno de los problemas más comunes en las personas mayores es la sensación constante de frío, especialmente en los pies, debido a la vasoconstricción producida por problemas circulatorios.
Para paliarlo hay que lograr que el calor aportado por los vasos sanguíneos a través del torrente llegue a los pies y se retenga y evitar las fugas de calor.
Pero los expertos advierten que hay que evitar calentar los pies a través de fuentes de calor directas, como estufas, porque dificultan más la vasoconstricción, sobre todo en personas mayores. Por el contrario, aconsejan realizar paseos cortos, evitar el sedentarismo y utilizar calzado con suela de caucho por ser aislante.
Este es el motivo por el que no deberías calentar tus pies con fuentes de calor directas
Jorge Escoto, podólogo, aclara que muchas personas que cuidan a las personas mayores creen que para que dejen de tener los pies fríos lo mejor es ponerlos cerca de fuentes directas de calor, sin embargo, sucede todo lo contrario. Lo que hay que hacer, agrega, es estimular su sistema circulatorio.
Para eso hay que evitar el sedentarismo y estimular a que se muevan, que den paseos cortos aunque sea por casa, así como evitar las fuentes directas de calor directa, como son las estufas. En este punto aclara que si la persona viene de la calle o de otra habitación más fría y directamente se arrima a una estufa esto provoca una vasoconstricción brusca que dificulta más la circulación.
Del mismo modo, aconseja lavar los pies con agua tibia y terminar con una combinación de agua caliente a fría, secarlos bien y aplicar crema hidratante con urea con suave masaje y mantener una dieta equilibrada, evitando el tabaco y el alcohol.
También hay que aislar los pies del frío con medias sin costuras y que no compriman los tobillos, que tengan una combinación de capas de fibras técnicas y naturales y un calzado con suela de caucho.
Además evitar que las personas mayores utilicen zapatillas para estar dentro de la casa que no tengan sujeción en el tobillo porque confieren inestabilidad e impiden mantener el calor en el cuerpo.