Mirta, Judith y Cristian son algunos de los cordobeses solidarios que realizan intervenciones voluntarias en distintos barrios vulnerables de la ciudad de Córdoba. No se conocían entre sí, pero el amor por el club Belgrano, de barrio Alberdi, los unió para siempre.
“Nos dimos cuenta de que hacíamos lo mismo un día en la cancha. Desde ahí, dejamos de articular acciones individuales, aunamos esfuerzos y confluimos en el grupo De Corazón Gigante”, cuenta Mirta Castañares a La Voz.
Desde hace tres años, el grupo de voluntarios –que hoy cuenta con la colaboración desinteresada de al menos 30 personas– intenta ayudar a las infancias con distintas acciones solidarias. La más relevante es acercar la lectura a chicas y a chicos de entre 5 y 15 años, para mostrarles otros mundos posibles.
Si bien De Corazón Gigante forma parte de la multisectorial del club, todo el trabajo que realizan es “a pulmón y ad honorem”.
A Benito le gustan los barcos, un cuento para conocer al pintor argentino Quinquela Martín, de Silvia Sirkis; y El maestro eres tú, de la autora cordobesa Cynthia Zak, son los libros de cabecera que Mirta y sus compañeros emplean en territorio para compartir con chicos y grandes en diferentes merenderos de la ciudad.
Una de las últimas intervenciones que llevaron adelante fue en La Tata, un comedor ubicado en barrio Pueyrredón.
“Un día llegamos y estaban todos muy alborotados. Entonces, bajamos la luz, prendimos un sahumerio y les contamos que íbamos a hacer una meditación”, describe Castañares. Y prosigue: “Después de eso, empezamos con la lectura. Bajó la ansiedad de los chicos, prestaron atención y todos participaron muy entusiasmados de la actividad”.
Durante el rato que comparten, los encargados de leer los cuentos intercalan “entre dos voces” para hacer más dinámica la actividad.
“A mí, el libro de Quinquela me encanta. Está adaptado, es hermoso y es una historia superadora. Yo se los leía a mis hijos”, detalla Mirta. Y continúa: “A través del relato, los estimulás, los incentivás a que ellos también pueden”.
En ese marco, el grupo realiza distintos ejercicios y juegos. “El libro de Cynthia Zak es muy bello también. En cartulinas, ponemos distintas palabras como ‘soy amor’, ‘soy inteligente’, ‘soy respeto’. Luego, las dejamos en los vasos donde toman la merienda. A medida que vamos leyendo, se van abriendo mundos, entonces los chicos y las chicas cuando toman la leche dicen: ‘Tomo inteligencia’”, relata Mirta entusiasmada.
Durante las horas compartidas, también hay debate e interpretación de los textos leídos. Y muchas hojas en blanco donde las niñas y los niños pintan lo que se imaginaron sobre los cuentos que se leyeron.
El final de cada intervención, se sella con un gran aplauso. “Muchos a veces nos regalan sus dibujos o los dejan en los merenderos. La lectura choca todo el tiempo con otras circunstancias. Sabemos que no les vamos a cambiar la realidad, pero les hacemos pasar una jornada distinta”, comparte Judit Molina. Y prosigue: “Y los motiva a pensar en otro destino posible, en que ellas y ellos pueden modificar sus escenarios para bien”.
Por lo general, las intervenciones de lectura se llevan adelante una vez al mes, los días domingo, en distintos barrios donde los invitan. Hasta el momento, han ido a Colonia Lola, a Pueyrredón y a Acosta, entre otros.
Otras acciones de De Corazón Gigante en Córdoba
Además de la lectura, el equipo de voluntarios realiza otras actividades en territorio, por ejemplo, ollas populares, donde preparan viandas de comidas; talleres de alimentación saludable y educación sexual integral, con la asistencia de profesionales de la salud.
En el corto plazo, sueñan con concretar la fundación. Esperan tenerla a fin de año. “Ya iniciamos los papeles. Estamos en un 80% de avance, pero por distintas trabas burocráticas se va demorando”, cuenta Cristian Pereyra.
Hoy, las distintas donaciones que reciben las guardan en sus hogares. A futuro, quieren almacenarlas en un mismo espacio físico, que podría ser en barrio Altamira, donde viven muchos de los integrantes de De Corazón Gigante.
Las personas que quieran donar cuentos infantiles o aportar elementos de librería, como hojas, crayones, lápices, fibras o temperas, pueden comunicarse con los integrantes del grupo a través de su perfil en Instagram.
Cómo ayudarnos a encontrar Héroes y Heroínas Cotidianos
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