Una situación de conflicto se viene generando desde el año pasado entre el Banco Nación y numerosas ciudades cordobesas, como otras del país.
El banco estatal está exigiendo a las ciudades donde paga tasas municipales que considera excesivas a reducirlas. Advierte, además, que si no llega a acuerdos, cerraría las puertas de esas sucursales. Eso acaba de suceder con la sucursal bonaerense de Ramos Mejía, por ejemplo. Y hubo otras antes.
En Córdoba, llegó ya a recientes acuerdos con algunos municipios (General Deheza y Jesús María) y está en negociaciones con otros, reclamando que bajen las tasas que aplican sobre su actividad: son Capital, Río Cuarto, Villa María, San Francisco, Río Tercero, Hernando y Cruz del Eje, según señalan desde los principales despachos del propio banco.
El Banco Nación argumenta la inconstitucionalidad de la aplicación de tasas municipales y sobre todo la desproporción del tributo, ya que –según asegura– termina encareciendo los créditos y otro tipo de operatorias para las pymes y los clientes particulares.
Desde el año pasado advierte que donde no logra un acuerdo, cierra la sucursal.
¿Es posible que eso ocurra en las principales ciudades del interior cordobés?

En Córdoba, el banco del Estado nacional que preside el cordobés Daniel Tillard ya ha logrado acuerdos con dos municipios, pero mantiene litigios abiertos con otros siete.
General Deheza y Jesús María acordaron ya reducir el cobro de la tasa a Comercio e Industria vinculada al sector bancario.
Mientras, el Banco Nación mantiene desde hace meses con la Municipalidad de Córdoba audiencias conciliatorias en la Justicia para llegar a un acuerdo. El próximo 13 de mayo habrá otra.
Cruz del Eje es otro caso: el Juzgado Federal 3 de Córdoba hizo lugar a la medida cautelar pedida por el banco para suspender las tasas que le cobra esa Municipalidad.
Río Cuarto, San Francisco, Villa María, Río Tercero y Hernando son las otras que están en conflicto.
Los argumentos del banco
Daniel Tillard, expresidente del Banco Provincia de Córdoba y actual del Nación, advirtió que el pago de tasas municipales pone a las sucursales ubicadas en las respectivas localidades en “una situación de inviabilidad económica”, por lo que reclamó, incluso ante la Justicia, una disminución en la presión tributaria.
Tillard dijo que “la promesa de inflación cero viene acompañada de abundancia de créditos, tanto para las hipotecas como para la expansión de la actividad productiva y comercial”. Y marcó que para motorizar el crédito, el banco necesita optimizar la “intermediación”, que es la brecha entre lo que se paga por los depósitos y lo que cobra por los préstamos, para que sea “lo mínimo posible”. En esa ecuación tallan las tasas municipales.

Tillard precisó que en unas 50 localidades del país las tasas municipales “igualan o superan lo que paga el Nación de salarios y por los gastos directos de la presencia” en esa localidad. “Son 50 municipios donde se duplica el costo operativo del banco”, indicó.
Según apuntó, el pago de altas tasas atenta contra “la principal tarea del Nación que es expandir el crédito”.
A audiencias de conciliación ya asistieron los intendentes de ciudades cordobesas que negocian ahora esta cuestión: Guillermo Rivas, de Río Cuarto; Marcos Ferrer, de Río Tercero, y Damián Bernarte, de San Francisco, por ejemplo.
También hubo otras con representantes de los gobiernos municipales de Villa María y de Capital, y con funcionarios del Ministerio de Gobierno de la Provincia, en representación de la Mesa Provincia–Municipios.
“No se trata de un tema de economía, de no querer pagar tasas, sino que con estas magnitudes las tasas terminan siendo un obstáculo para la expansión del crédito”, insiste Tillard.
Los intendentes que mantienen negociaciones abiertas recalculan sus decisiones por este punto, y su impacto sobre otras variantes.