Ya con el precio de la naftas a nivel internacional, son múltiples las variantes que buscan los automovilistas para poder “ahorrar” unos pesos.
Como consecuencia de la nueva suba de los combustibles se dispararon las consultas para pasar el auto a GNC. Los talleres cordobeses dicen que las conversiones se duplicaron y que esperan una mayor demanda en las próximas semanas. La brecha de precios con la nafta es la clave.
Mientras algunos piensan en concretar esa alternativa, otros aplican algunas medidas para reducir el gasto. Es que existen algunos trucos para ahorrar combustible al circular y demorar así, lo máximo posible, la próxima recarga del tanque.
Aumento de nafta: 7 consejos para ahorrar combustible
La Guía de Conducción Eficiente para Vehículos Livianos, redactada por especialistas de la Secretaría de Energía de la Nación, enumera algunos consejos prácticos y fáciles de llevar a la práctica para lograr una utilización más eficiente del combustible. Es decir, conseguir que la nafta rinda más y quemar menos litros de combustible.
- Los neumáticos. Conducir con los neumáticos en una presión menor a la indicada en el manual, además de acelerar su desgaste, aumenta el consumo de nafta, dado que el motor debe vencer una mayor resistencia al avance. Revisar cada 30 días que estén bien inflados, incluida la rueda de auxilio. Así se ahorra en promedio un 3% del combustible.
- Consumo óptimo. Este dato clave se puede consultar en el manual de cada vehículo. Pero, en términos generales, la Guía oficial indica que la mayoría de los autos opera con mayor eficiencia al desplazarse entre 50 y 80 km/h. Por encima, comienzan a gastar más combustible. Por caso, al circular a 120 km/h se utiliza un 20% más de nafta que a 100 km/h, y en un viaje de 25 kilómetros esa diferencia de velocidad sólo hace llegar dos minutos más tarde.
- Acelerar y frenar. Conducir a una velocidad constante y moderada puede ser más eficiente en términos de combustible que acelerar o frenar frecuentemente. Hay que tratar de no arrancar de golpe. Los frenados bruscos también consumen combustible.
- La caja de cambio. Evitar el uso excesivo de la primera, por su alto consumo de combustible, ya que es la que mayor fuerza transmite. Cambiar a segunda apenas se arranca. Como regla general subir a la marcha siguiente cuando el indicador del tablero alcanza las 1.500 o 2.000 revoluciones por minuto. En la ciudad se puede circular por una avenida a 60 km/h en quinta, la marcha de menor consumo.
- Apagar el motor. Un vehículo parado con el motor en marcha genera un consumo aproximado de 0,4 a 0,7 litro por hora. Apagar el motor del auto si se va a permanecer más de 3 minutos detenido, mientras no se encuentre en medio del tráfico o frente a un semáforo.
- Ventanillas. Cuando el vehículo circula a menos de 80 km/h se recomienda bajar las ventanillas y apagar el aire acondicionado. Pero al conducir a velocidades mayores, tener las ventanillas bajas provocará una mayor resistencia al avance, y por lo tanto un gasto de nafta extra. En ese caso sí conviene usar los dispositivos de aireación y circulación forzada del vehículo, siempre con moderación. La calefacción no tiene gran impacto en el gasto de nafta del auto, pero el aire acondicionado sí. De hecho aumenta el consumo de combustible más que cualquier otra función auxiliar de un vehículo, incrementando un 25% el gasto de combustible.
- Carga. El vehículo consume más cuanto más cargado va. En un auto mediano, el gasto crece un 1% por cada 25 kilos de peso adicional. Se obtiene un ahorro inmediato simplemente dejando de transportar objetos sin necesidad. Hay que llevar la carga mínima indispensable y retirar el portaequipaje del techo cuando no se lo usa. Al ir con bultos encima, el gasto extra es de un 39%.
