Tras el intento fallido del lunes, la Nasa tratará este sábado, desde las 15.17 (hora argentina), lanzar la misión Artemis 1 (Artemisa 1, en español). Se trata de un vuelo no tripulado en el que se probará la tecnología con la que la agencia espacial volverá a pisar la Luna en los próximos años.
El lunes el lanzamiento registró dos fallas técnicas, que ahora parecen subsanadas. Esta vez la mayor amenaza parece la climática, pero todo puede pasar.
La ventana de lanzamiento del sábado es de dos horas. El servicio meteorológico auguraba un 60% de chances de buen tiempo para el inicio de la ventana, con mejoramiento paulatino hacia el final. El problema no son solo las lluvias en la propia base, sino las tormentas eléctricas y vientos en una área mayor.
De no poder concretarse este sábado, está programado un tercer intento para el lunes o martes. Durante todo este tiempo el cohete ha permanecido en la plataforma de lanzamiento.
Si hubiera nuevas postergaciones, el lanzador debería volver al galpón de ensamblaje para un reacondicionamiento. En este caso la misión pasaría para fines de septiembre u octubre.
Artemisa 1 servirá para probar el lanzador SLS (el cohete más potente de la historia), el módulo de servicio (construido por la Agencia Espacial Europea) y la nave Orion. También analizará datos de soporte vital en el espacio exterior más allá de la Estación Espacial Internacional.
Pero también busca marcar la cancha frente a otros actores fuertes en esta carrera espacial como la alianza de China y de Rusia y otras naciones con ambiciones cósmicas como India o Emiratos Árabes.
Artemis para volver a explorar la Luna
Cinco datos de Artemis 1
El lanzador SLS. El Space Launch System (SLS) es el cohete más poderoso jamás construido. Logrará una velocidad de 36 mil km/h.
La nave Orion. La nave Orion puede llevar hasta seis tripulantes. Tiene un sistema de escape durante lanzamiento, una novedad que lo diferencia del programa Apolo.
El viaje. La nave tardará siete días en llegar a la órbita lunar y la reentrada a la Tierra ocurrirá 38 días después del lanzamiento. Será un momento clave, ya que ocurrirá a 40 mil kilómetros por hora y se alcanzará una temperatura de 2.800 grados.
Maniquíes y nanosatélites abordo. El lugar de la tripulación lo ocuparán tres maniquíes: el capitán Moonkin Campos, Helga y Zohar. Llevarán sensores para estudiar el impacto de vuelo espacial en la tripulación. La misión también colocará en órbita 10 nanosatélites de menos de 12 kilos cada uno.
Módulo lunar. Para el descenso lunar tripulado, previsto para 2025, se utilizará la nave Starship de SpaceX. Este artefacto no viajará adosado a Orion, como ocurrió en las misiones Apolo, sino que esperará en órbita lunar.
Qué falló en el lunes
El lunes se registraron dos fallas. La primera fue una fuga durante el llenado de los tanques del cohete. Los ingenieros corrigieron este problema en el momento.
La segunda falla fue una alerta de un sensor de uno de los cuatro motores, el cual informó que no estaba lo suficientemente fríos para el lanzamiento. Los técnicos están convencidos que no es que el motor no se haya enfriado bien, sino que el sensor está defectuoso.
Para el sábado realizaron una reingeniería del software para poder ignorar ese dispositivo y monitorear el sistema de motores mediante otros sensores.
