Según un informe reciente del World Obesity Atlas 2025, Argentina experimentará un aumento significativo en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los próximos años. Se proyecta que para 2025, el 73% de los adultos en Argentina vivirán con un índice de masa corporal (IMC) alto, y un 39% padecerá obesidad.
Para el año 2030, se estima que más de 26,32 millones de personas tendrán un IMC elevado, lo que aumentará el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT) como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
El estudio revela una tendencia preocupante que se viene observando desde el año 2000 y que se espera que empeore en la próxima década. Entre 2010 y 2030, la cantidad de hombres con un IMC superior a 25 kg/m² aumentará de 8,69 millones a 13,41 millones, mientras que en las mujeres se elevará de 7,77 millones a 12,91 millones. En cuanto a la obesidad severa (IMC superior a 35 kg/m²), se espera que el número de afectados casi se triplique en 20 años, pasando de 810.000 hombres y 1,44 millones de mujeres en 2010 a 2,61 millones y 3,64 millones respectivamente en 2030.
El impacto en la salud pública es considerable. En 2021, 10.524 muertes prematuras estuvieron vinculadas a un IMC elevado, y se estimaron en 381.366 las personas con deterioro de la salud debido a enfermedades asociadas. Además, entre el 30 y el 40% de los adultos en Argentina presentan niveles insuficientes de actividad física, lo que agrava la situación. Las principales afecciones relacionadas con la obesidad incluyen diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares, enfermedades isquémicas del corazón y diversos tipos de cáncer.
A pesar de que Argentina cuenta con políticas para abordar este problema, como guías nacionales para el manejo del sobrepeso y la inactividad física, estudios sobre hábitos alimenticios y actividad física, e impuestos sobre bebidas azucaradas, los expertos advierten que se requieren medidas más contundentes. Estas medidas incluyen campañas de concienciación, mejoras en la accesibilidad a alimentos saludables y promoción de la actividad física. El informe subraya la urgencia de una estrategia integral para frenar el avance de la obesidad y sus consecuencias en Argentina, que amenaza con convertirse en una crisis de salud pública en la próxima década.
