Un poco más de 250 locales ubicados en los polos gastronómicos de la ciudad de Córdoba serán intimados para que se inscriban como grandes generadores de residuos. El grueso de estos bares y restaurantes están ubicados en barrio Güemes, donde el Instituto de Protección Ambiental y Animal (Ipaa) hizo la semana pasada el primer gran operativo de intimaciones, con la reglamentación de las modificaciones a la ordenanza de residuos sólidos urbanos bajo el brazo.
Antes de ese operativo, sólo había tres locales inscriptos como grandes generadores, con un servicio de gestión de residuos propio. Hubo clausuras temporarias y en tres días hábiles de la semana pasada se anotaron 15 más, una décima parte de los locales gastronómicos que funcionan en el polo nocturno capitalino.
Guillermo Díaz, director del Ipaa, explicó que lo que se busca, en principio, es que se anoten y presenten un plan de gestión de residuos. “Queremos que tengan conciencia de los residuos que generan, aprendan a separar y contribuyan con los secos a la economía circular”, puntualizó.
Además de los 150 locales en Güemes, se apunta a otros 40 de barrio General Paz, 20 en el Mercado Sud, 20 en barrio Jardín y una decena en el Parque Sarmiento.
Por estar ubicados en alguno de los polos gastronómicos de “Güemes, Observatorio, Nueva Córdoba, Jardín y Jardín Espinosa, Parque Sarmiento, Cerro de las Rosas, Urca y en cercanías de las plazas de Alta Córdoba y barrio General Paz y los mercados Sud y Norte”, ya se da por sentado que se trata de grandes generadores.
Hay otro criterio, que incluye al grueso de las actividades productivas, comerciales y de servicios. Con la reglamentación, queda claro que el objetivo es que la recolección pública de residuos sea casi con exclusividad domiciliaria.
Entre otras actividades que deberán contar con una gestión propia de residuos se lista a las industrias, las actividades de producción primaria, la venta y el procesamiento de alimentos, los hospedajes, los centros de salud –para todo lo que no es patógeno–, los espectáculos públicos, las instituciones educativas, bancos y aseguradoras, centros comerciales y “todo establecimiento de expendio de carnes, frutas y verduras”, como los mercaditos y almacenes con anexo de frescos, comunes en los barrios.
“En la reglamentación, nos reservamos la potestad de eximir a los más pequeños de la necesidad de contratar un transporte, pero queremos que se inscriban y tengan un plan de gestión, que incluso se lo podemos hacer gratis”, remarcó Díaz.
Hoy existen 313 grandes generadores inscriptos y se emplazó a 143 más para que se pongan en regla.
El número total de grandes generadores en Capital es aún una cifra negra. “No sabemos cuántos son los que tendrían que ingresar en esta categoría, estimamos que varios miles”, proyectó Díaz.
Con la nueva reglamentación, el Ipaa podrá labrar actas, que luego van al Juzgado de Faltas ambiental, que es el que puede transformarlas en multas. La ordenanza prevé tres tipos de sanciones. La primera, por incumplimientos leves o moderados de la ordenanza, comienza con valores que van de 50 a dos mil unidades de multa. El valor actual de la UEM es de 867,20 pesos, por lo que el rango es de 43.360 pesos a 1.734.400 pesos. Una segunda categoría de sanción es para quien incumple las normas y no está inscripto como gran generador. Esta falta prevé sanciones de 867.200 pesos a 3.468.800 pesos. La multa más gravosa se reserva para quien trate residuos sin estar inscripto. Aquí se parte de 260 mil pesos y se puede llegar a 8.670.200.
Durante el año pasado, el Ipaa hizo 90 constataciones que derivaron en multas ambientales, además de proceder a 17 clausuras.
