Con el reconocimiento de algunas dificultades para tramitar las recetas de alto costo y de tratamientos crónicos, desde la Administración Provincial de Seguro de Salud (Apross) se afirmó que se trabajaba para mitigar los problemas en la atención en la contingencia tras el incendio que afectó su sede en la ciudad de Córdoba, en Marcelo T. de Alvear al 700, en barrio Güemes.
“Estamos esperando el avance de las pericias y necesitamos que eso concluya para poder primero determinar cuál fue la causa del siniestro y en segundo lugar para poder recuperar el edificio y poder empezar a trabajar en valor los daños y en función de ello planificar y poder trabajar normalmente con otros nuestros equipos”, dijo Pablo Venturuzzi, presidente del directorio de la obra social provincial.
“Tuvimos dificultades para poner en marcha los equipos de proveedores, hubo alguna inestabilidad en la receta ambulatoria, que ya se mejoró y normalizó. Y para la receta de alto costo nuestro equipo técnico y nuestro proveedor de validaciones están trabajando para optimizarlo en el corto plazo”, detalló Venturuzzi. Por la tarde de este martes, esto se normalizó.
Para la atención presencial, una parte del equipo se trasladó al hospital Raúl Ferreyra. A la vez, se reforzó la atención en el call center de Apross.
Una buena parte del personal trabaja home office desde el lunes, con sus equipos personales, como en pandemia.
“La fiscalía aún no nos permite ingresar para evaluar los daños. Autorizaron ayer a dos personas de Sistemas y en principio, por fuera, los servidores parecen dañados físicamente, pero los tenemos que ver con gente de IBM”, precisó Venturuzzi.
Lo que necesita Apross es acceder para poner en marcha el servidor principal y evaluar daños. Además, tratar de recuperar trámites y expedientes no dañados y acceder a las computadoras que no estén afectadas por el incendio para que puedan trabajar los empleados que no tienen notebooks o equipos personales en sus domicilios.
Apross atiende unas 210 mil consultas al mes, procesa unas 6 mil intervenciones quirúrgicas al mes, de alta, intermedia y baja y 200 mil prácticas ambulatorias.
La investigación del siniestro
La fiscal Celeste Blasco terminará por decidir cuál fue la causa del siniestro luego de recibir los informes completos de Bomberos, la Dirección de Investigación Operativa (DIO) de Policía Judicial y el estudio de un ingeniero electromecánico, a quien se le requirió un informe independiente.
Ya declaró el empleado de Sistemas que fue el último en ingresar al edificio, antes del incendio. Venturuzzi aclaró que no era personal de mantenimiento eléctrico sino un empleado del área de Sistemas de Apross que sólo tomó contacto con los servidores, en el tercer piso y no tocó los tableros ni ninguna instalación eléctrica. Ni siquiera bajó al segundo piso, donde se inició el fuego.
Los informes preliminares no detectaron indicios de acelerantes de combustión. Tampoco se verificaron ingresos forzados por ningún otro lado que no sea la puerta principal, controlada por una policía adicional. Las aberturas que fueron rotas para extinguir las llamas fueron abiertas por los bomberos.
En la investigación, asimismo, es de vital relevancia lo que puedan ofrecer las cámaras de videovigilancia, tanto públicas como de la propia Apross. Aunque el examen no está terminado, no habría registros de otros ingresos de personas a la sede antes de que se inicie el incendio.
En un escueto comunicado, esto es lo que informaron desde la oficina de prensa del Ministerio Público Fiscal. “Se están receptando declaraciones testimoniales, han cooperado las distintas secciones de Policía Judicial y se están analizando las diversas filmaciones obtenidas. Por otra parte, la Dirección de Bomberos de la Policía de Córdoba se encuentra trabajando en el lugar, a los fines de elevar, a la mayor brevedad posible, sus conclusiones. La investigación, conforme a lo previsto por el artículo 312 del Código Procesal Penal, se encuentra bajo secreto de sumario”, publicaron.
Uno de los elementos que más desalienta la hipótesis de un incendio intencional para destruir evidencias es que la Oficina Antifraudes, la que llevó adelante las denuncias por estafas contra Apross, estaba intacta.