Si en los controles de rutina se indicara creatinina (sangre) y albuminuria (orina), la situación de la enfermedad renal tendría otra cara: menos pacientes en diálisis o con necesidad de trasplante de riñón urgente; menores costos de salud y mejor vida para la población.
Sin embargo, en el Día Mundial del Riñón, se pone en evidencia que la inmensa mayoría de los pacientes llega al diagnóstico de enfermedad renal cuando se hizo crónica y está avanzada. En ese momento tardío de detección, necesitan tratamiento de diálisis y trasplante; es decir, un mecanismo que sustituya la función de sus riñones. En el camino, pasaron entre 10 y 20 años sin síntomas y no se les pidió los análisis correspondientes en un chequeo de rutina.
“La protección renal consiste en hacerse, a partir de los 45 años, estudios de creatinina y albuminuria, porque los riñones también envejecen”, señala Carlos Castellaro, médico nefrólogo, profesor del Instituto Médico CEMIC.
De todos modos, los especialistas recomiendan el control anual a partir de los 18 años. Esto se basa en que los principales factores de riesgo de enfermedad renal crónica (ERC) son la diabetes y la hipertensión y ambas van en aumento desde edades tempranas. Precisamente, esas son las oportunidades perdidas de detección precoz: cuando se solicitan estudios de rutina en la atención primaria de la salud, que puede indicarlos cualquier agente sanitario en todo punto del país sin necesidad de llegar a un nefrólogo.
Impacto de la diálisis
“La persona que necesita diálisis, tiene que asistir al centro especializado tres veces por semana, cuatro horas cada sesión y, sumando los traslados, le insume más de medio día”, apunta Rafael Maldonado, presidente de la Sociedad de Nefrología de Córdoba. “Además -agrega- son una población particularmente vulnerable, con un 80 por ciento de discapacidad, lo cual genera impacto en el entorno familiar y social”.
La calidad de vida también está afectada por problemas anímicos. “El 39,3 por ciento de los pacientes en diálisis tiene depresión, mientras el 20 por ciento se va muriendo en el año, lo cual hace de ese proceso instancias que afectan la cotidianidad”, dice Castellaro.
Prevenir reduce costos
“En 2022, se estima que al sistema de salud argentino le costó 2.150 millones de dólares atender con diálisis o trasplante a 1,7 millones de pacientes”, indica la economista en salud Natalia Jorgensen, autora principal del estudio “La ERC en Argentina. Situación actual y estimación de costos” realizado por Soul Consulting. “Así, la carga por tratar a un paciente que requiere diálisis (estadio 5) es 20 veces más alta que si se interviniera en las etapas previas”, subraya.
En el camino de la prevención, hay que tener en cuenta a las personas con diabetes. “Constituyen el 50 por ciento de los pacientes en diálisis y requieren medidas de control preventivas para demorar la llegada a la terapia sustitutiva”, apunta Silvia Lapertosa, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD).
A la vez, señala que “4 de 10 pacientes con diabetes tienen enfermedad cardiovascular o renal”.
Así, tener problemas en los riñones no es una patología aislada, sino que forma parte de complicaciones asociadas entorno a las enfermedades cardiovasculares. Si los riñones pierden su función, las personas pueden tener un accidente cerebrovascular (ACV), un infarto, una embolia distal. La mayoría de los pacientes con enfermedad renal crónica muere por problemas cardiovasculares.
Vacunación y abordaje integral
El Departamento de Inmunización del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, recomienda que los pacientes en diálisis completen sus vacunas contra Covid y también recuerda que, por ser una población de riesgo, deben vacunarse contra neumonía por neumococo y gripe.
Por otra parte, en el día de hoy, la Sociedad Argentina de Nefrología junto con autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y representantes del Incucai, anunciaron un programa de abordaje integral de la enfermedad renal crónica avanzada. Se crearán consultorios específicos y el “Registro Nacional de Enfermedad Renal Crónica Avanzada” (RENERCA). Se va a controlar y tratar a pacientes en prediálisis, con el objetivo de que lleguen lo mejor posible a hemodiálisis o diálisis peritoneal.
