Durante el mes de noviembre, el espacio recreativo y cultural El Illia debutó con un proyecto novedoso. Como final de ciclo del taller de radio anual, el “Streaming del Illia” lanzó sus primeras cuatro emisiones conducidas por personas mayores.
Acompañados por su profesor y coordinador, Sebastian Dinolfo, los equipos se encargaron de producir y confeccionar cada programa seleccionando temas de interés que permitan compartir la mirada y la palabra de las vejeces a la sociedad.

La propuesta buscó difundir nuevas voces en la agenda pública, transformar el paradigma social sobre el envejecimiento y posicionar a las personas mayores como protagonistas, generadoras de contenido y ciudadanos comprometidos con la comunidad.
“Visibilizar sus voces y talentos combate directamente el edadismo y los estereotipos, que son la base del maltrato social. Al ver a los mayores conduciendo un programa profesional, la audiencia –especialmente la joven– aprende por la vía del ejemplo positivo sobre el valor de la edad”, explica Dinolfo a La Voz.

De acuerdo con el comunicador y docente, las “nuevas vejeces” están marcadas por la vitalidad, el compromiso y una profunda necesidad de compartir sus experiencias y conocimiento. Por este motivo el streaming se convierte en un “espejo digital” que refleja la energía, el compromiso social y la complejidad de la vida a partir de los 55 años.
“El solo hecho de producir un streaming demuestra que las personas mayores pueden y deben participar plenamente en la vida digital y cultural. Esta apuesta tecnológica es un acto de inclusión activa que fomenta la alfabetización mediática en la tercera edad, asegurando que nadie quede fuera de la sociedad conectada”, agrega.
Los programas
Con un hilo conductor que las une, cada emisión propuso un ángulo distinto que aporta al concepto general del proyecto: rescatar la palabra, la experiencia y el aporte social de las personas mayores.
Así se abordaron temas que van desde la salud y la buena alimentación, hasta las problemáticas urbanas y la cultura pop. Todo a través de un formato magazine con sorteos, humor y juegos. También se realizaron entrevistas en vivo a diferentes referentes del trabajo con las personas mayores.
“Estamos de paso” fue el primer programa transmitido el pasado miércoles 5 de noviembre por el canal de YouTube del Illia. Los ejes principales del programa fueron el movimiento, el pensamiento positivo y la búsqueda de nuevas oportunidades.
Abordaron temas como el cuidado de la salud, la historia de Córdoba, el lugar de la música y otras expresiones culturales desde la perspectiva de las personas mayores.
“Abanico de experiencias” tuvo su primera emisión el pasado 7 de noviembre, donde sus conductores buscaron compartir la actitud proactiva de las personas mayores frente a la vida y la importancia de participar, comprometerse y compartir el legado de conocimientos.
Como temas se enfocaron en la amplitud de intereses de personas mayores, como la actividad física, la salud y hasta la celebración de Halloween. También abordaron problemáticas ambientales, y la importancia de seguir viajando y conociendo nuevas culturas.
Por su parte, “Sociedades espejadas” se transmitió el 12 de noviembre centrándose en los vínculos intergeneracionales, la vejez como una etapa de experimentación continua, y el valor de las personas mayores como ciudadanos que pueden aportar su mirada sobre problemas contemporáneos.
También se presentaron columnas sobre el trabajo de las fundaciones cordobesas “Las Omas” y “Club de Leones”, y sobre la historia del Observatorio de Córdoba que acentuó la importancia de la perspectiva de derechos, la inclusión y la participación.
Finalmente, el pasado viernes se emitió el cuarto programa, denominado “Hay que animarse”, con el propósito de promover el coraje para emprender nuevos proyectos, mantenerse activo y el liderazgo de las personas mayores desafiando estereotipos.
Se trató del segmento más motivacional donde se repasaron experiencias de personas que han decidido retomar sus estudios y terminar la secundaria, claves para mejorar la salud física y emocional, y la necesidad de seguir encontrándose con otras personas en viajes, proyectos e iniciativas.
En primera persona
La Voz estuvo presente y también participó en la emisión de “Abanico de Experiencias” que tuvo lugar en el estudio “El Médano”. Fue luego de finalizar la transmisión que los integrantes del equipo pudieron compartir sus sensaciones personales respecto a producir un streaming, algo que todos hacían por primera vez.
Alida Gervasoni (84) nació y se crió en Villa del Totoral. Fue docente de primaria durante 43 años y después de su jubilación comenzó distintos talleres en El Illia. En el taller de radio fue la primera vez que escuchó sobre los streaming.

“Primero pensé que era una crema o un baile, porque nunca había visto un streaming”, recuerda entre risas. “Fue una experiencia multifacética ya que tuvimos que dedicar tiempo a prepararnos, ser puntuales y trabajar en equipo”, cuenta.
Y agrega: “Practicamos mucho para ser creativos, estar seguros de lo que decíamos y buscar temas que sean atractivos para la audiencia. Estoy muy feliz de haberlo hecho y que mi familia me viera. A pesar de la edad, vi que podemos estudiar, hacer cosas nuevas y seguir progresando”, agrega.
Alcira Gambarte (73) nació en el paraje de Villa Belgrano, en la provincia de Tucumán. Tiene nueve hermanos y desde chica soñaba con mejorar su vida. Al poco tiempo se mudó a Córdoba y cursó la secundaria en el Colegio Manuel Belgrano. Fue secretaria muchos años y hoy tiene su propia florería en la zona cercana al Mercado Norte.

Hace dos años que hace radio en El Illia y dice que participar del streaming fue cumplir con lo que soñó de niña porque logró “ser protagonista de algo”. “Sentí un poco de miedo a la cámara y al micrófono, porque por ahí siento que me falla la memoria o no soy tan verborrágica. Era mi primera vez, pero ser protagonista de algo tan lindo y compartir mis ideas me encantó”, expresa.
También destaca el trabajo compartido en grupo: “Tenemos miradas muy diferentes los cuatro que conformamos el grupo, pero pudimos formar un buen equipo. El objetivo del streaming era encontrar un punto común y lo logramos”.
Raúl Gorostiague (67) se crió en la ciudad de Córdoba y fue empleado público durante 30 años. Su gusto por la comunicación lo heredó de su padre, quien fue periodista del antiguo diario Córdoba. También tuvo algunas experiencias previas con la radio en su juventud produciendo programas de noticias, música y actualidad.

“Siempre me gustó participar, hablar, dialogar y lo vivo más a pleno ahora que estoy jubilado. El primer taller que hice en El Illia fue el de radio, en el que estoy hace unos años. Para el streaming me acompañó un lindo grupo humano y nos fuimos fortaleciendo unos a otros”, comenta orgulloso Raúl.
Aunque reconoce que siempre fue tímido, dice que trabajar en equipo le facilitó las cosas. “La estábamos pasando bien, así que me dejé llevar. Esto nos ayudó a conocernos más y a fortalecer la amistad. Me llevo un material lindo para desplegar y compartir con otros”, asegura.

Laura Molina (79), oriunda de Laboulaye, tuvo distintos trabajos hasta que se decidió por estudiar Psicología. Trabajó en diferentes entidades con su profesión y siempre escuchaba la radio. Cuando supo del taller en El Illia, se anotó y fue el primero en el que participó.
“Siempre me dio mucha curiosidad el universo de la radio. Era fan de Petete Martínez y siempre le mandaba mensajes. Cuando me escuchaba al aire me di cuenta de que no estaba tan mal como me expresaba y que mi voz estaba más o menos bien”, confiesa cómplice.
Sobre el streaming, comenta: “Yo quería ensayar mucho para que saliera bien el trabajo. Nunca pensé que iba a hablar así y que la gente nos iba a escuchar. Soy un poco vergonzosa, así que esto me ayudó y me sirvió mucho”.























