En la víspera del Día del Canillita, que se celebra en nuestro país cada 7 de noviembre, Adrián Brito refleja la perseverancia y dedicación de quienes, en cada esquina de la ciudad de Córdoba, continúan ofreciendo noticias, cultura y confianza.
Brito es el secretario general del gremio de los vendedores de diarios y revistas de Córdoba. Comenzó a temprana edad, de la mano de sus abuelos y padres, en un contexto social y laboral muy diferente al actual.
“Ser canillita fue parte de mi vida desde siempre. Significó la posibilidad de estudiar, de compartir con mis padres de crianza, en una época donde trabajar era también una forma de aprendizaje y disciplina”, recuerda Brito, cuarta generación de canillitas en su familia.
Comenzó el oficio junto a su bisabuelo, ”el Gato” Astudillo, quien vendía diarios en los antiguos tranvías. Para él, ser canillita, además de una tradición, es una pasión que lo conecta con sus raíces.
Rememora los tiempos en que vendía ejemplares en puntos estratégicos de la ciudad, como el Hospital Infantil y la cancha de Instituto, en pleno Alta Córdoba. “Aprendimos a leer con historietas y revistas como Anteojito y Billiken, y también con La Voz. Eso nos dejó una herencia cultural invaluable, que no vamos a olvidar”, dice con nostalgia.
Cada una de esas vivencias son para él un reflejo de la influencia que los canillitas tuvieron y en buena medida siguen teniendo en la sociedad cordobesa, no sólo como distribuidores de noticias, sino como portadores de cultura y conocimiento.
“La relación con la sociedad ha sido muy fluida. La gente hasta nos confiaba las llaves de sus casas, nos pedía que estuviéramos atentos a sus hijos. Éramos parte de la vida cotidiana de nuestros vecinos”, cuenta.
Brito destaca la imagen tradicional del canillita como un trabajador responsable, con fuertes lazos familiares y con un rol en la comunidad. “Es un oficio que ha forjado la cultura popular y que representa valores como la responsabilidad y el esfuerzo”, asegura.
Sin embargo, reconoce que el avance de las nuevas tecnologías y la digitalización han impactado en el sector. “Igualmente, seguimos dándole batalla. Hemos tenido que adaptarnos, añadiendo otros productos como libros y artículos tecnológicos para ofrecer a nuestros clientes y amigos”, explica.
Para el titular del gremio, la sobreinformación y la rapidez de las noticias en la era digital están transformando la forma de acercarnos a las noticias. “Hoy en día, el consumo de medios es inmediato y a veces sin profundidad, lo cual afecta el debate crítico en la opinión pública”, opina.
Brito señala que los jóvenes prefieren informarse digitalmente y sin ahondar en los detalles, mientras que la población mayor sigue eligiendo los medios impresos. “Hoy se necesitan más que antes periodistas comprometidos, para recuperar el interés en el debate crítico y en la información en profundidad”, afirma.
“Hoy nos enfrentamos a un mundo globalizado, donde todos debemos estar informados. A pesar de las dificultades, seguimos luchando para mantener este colectivo de trabajadores y sostener nuestro lugar en la sociedad”, concluye.
