El quebracho blanco de la avenida Luchesse, en Villa Allende, que fue trasplantado el 13 de julio pasado tras varias semanas de resistencia vecinal y debate público, muestra hoy señales de vida en su nuevo emplazamiento.
Cuando ya pasaron 74 días de aquel operativo, el ejemplar presenta brotes verdes, flores e incluso frutos, lo que se interpreta como un indicio de recuperación de su estado general tras su traumático traslado.
El trasplante del árbol se concretó para permitir el ensanchamiento de la avenida Padre Luchesse, uno de los principales accesos a la ciudad de Villa Allende.
En ese momento, el traslado generó múltiples tensiones sociales y políticas: mientras las autoridades municipales destacaron la necesidad de avanzar con la obra vial, grupos de ambientalistas y vecinos autoconvocados cuestionaron la decisión por el riesgo que implicaba para el histórico ejemplar.
Desde el inicio, la supervivencia del árbol se presentó como un interrogante. Especialistas advirtieron que las posibilidades de vida eran inciertas: mientras algunos señalaban que podía adaptarse a su nuevo emplazamiento, otros sostenían que el corte de sus raíces lo condenaba a muerte.
Cuidados permanentes
En su nuevo lugar, a pocos metros de donde había crecido, el quebracho viene recibiendo un esquema de mantenimiento diario bajo la supervisión de la Municipalidad de Villa Allende.
Personal especializado aplica fertilizantes radiculares y foliares, fungicidas, riego constante y medidas preventivas para asegurar su estabilidad, como la colocación de cinchos que lo protegen frente a vientos o anomalías climáticas.
“Después de más de 70 días, el árbol se encuentra en mejores condiciones que al momento del traslado. Ya se avizoran brotes verdes, lo que significa que sigue vivo y con actividad. El cambio de clima y la humedad de la primavera le hacen bien”, aseguró en diálogo con La Voz Felipe Crespo, secretario de Gobierno de Villa Allende.
El trabajo de asistencia incluye la utilización de tierra negra enriquecida con compost, con el objetivo de estimular la expansión de nuevas raíces fuera del pan de tierra original. Además, se aplica de manera regular un fungicida biológico destinado a reforzar su capacidad de defensa frente a enfermedades.
Poda y control técnico
Antes de su traslado, el quebracho había sido sometido a una poda selectiva de ramas secas para reducir la carga energética y facilitar la llegada de luz solar a sus partes activas. De este modo, se buscó optimizar su recuperación en un proceso que –dicen– demandará tiempo.
Según técnicos consultados, recién dentro de uno o dos años podrá confirmarse si el árbol efectivamente sobrevivió al traslado. Sin embargo, los brotes verdes, las flores y la presencia de frutos son considerados una señal positiva en esta etapa.
Controversia y avance de la obra
El trasplante del quebracho de avenida Luchesse se convirtió en un símbolo de debate entre el desarrollo urbano y la preservación ambiental.
Vecinos y organizaciones ecologistas cuestionaron la decisión de mover al histórico ejemplar, mientras que las autoridades defendieron la necesidad de garantizar un acceso más amplio y seguro para la ciudad.
Paralelamente, la obra de ensanchamiento de la avenida continuó su curso. El primer tramo de dos kilómetros será inaugurado en los próximos días y permitirá un ingreso más cómodo y seguro a esa ciudad de las Sierras Chicas.
“Todos queremos que el árbol se salve. Lo que se logró hasta ahora es alentador. La obra también avanza y representa un beneficio para la ciudad y para la zona”, destacó Crespo.
Con la llegada de la primavera, los técnicos esperan que el quebracho siga fortaleciéndose. El plan de monitoreo incluye el seguimiento diario de su follaje y la evolución de los brotes.
El objetivo es acompañar el proceso de adaptación del ejemplar, al tiempo que se desarrolla un programa paralelo de reforestación en distintos puntos de la ciudad.