La línea telefónica 0800 del Polo de la Mujer de Córdoba registró en lo que va del año 19 mil llamados para asesoramiento y contención de situaciones de violencia de género y familiar, además de recibir 1.300 denuncias.
A la vez, hay más de 4.500 dispositivos de botón antipánico (BAP) que están siendo monitoreados y 225 dispositivos duales (comúnmente conocidos como “tobilleras”), que constituyen una herramienta fundamental en la protección de personas en situación de violencia y para la constatación del cumplimiento de medidas cautelares.
Los datos fueron brindados por el Ministerio de la Mujer de la Provincia, ante la consulta de La Voz en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha instaurada en 1981 en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal en República Dominicana, y ratificada en 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
En un contexto en el que muere una mujer cada 27 horas en el país por violencia de género y en el que Córdoba ya contabiliza 13 femicidios en lo que va del año, la atención integral a las víctimas de violencia machista es clave.
Consultas frecuentes
Entre las consultas frecuentes en Córdoba a la línea 0800-888-9898 se destacan el pedido de asesoramientos y contención sobre situaciones de violencia, asesoramiento sobre denuncias (dónde realizarla y alcances de las mismas). También hay consultas sobre casos que no constituyen delitos penales y entonces se realiza la toma de denuncia telefónica.
Otro motivo de consulta frecuente es para poner en conocimiento situaciones de violencia de terceros. En ese caso, “se genera la toma de denuncia por parte del equipo para solicitar a la Justicia las medidas de resguardo”, indicaron desde el Ministerio.
La línea provincial del 0800 se creó en el año 2007, y constituye la primera línea de atención telefónica para casos de violencia de género. Durante la pandemia por coronavirus, esa línea cobró notoria relevancia ya que estaba reducida la movilidad y muchas mujeres y personas de la diversidad buscaron acompañamiento en forma virtual o telefónica.
En 2020 hubo 63.174 llamadas y 7.969 denuncias. En el año 2021, hubo 37.973 llamadas y 2.942 denuncias. La diferencia está dada porque en 2021 comenzaron a retomarse muchas asistencias presenciales.
En los últimos cuatro años se realizaron además dos millones de intervenciones directas por parte de los equipos profesionales del Polo de la Mujer. Y, en el mismo período de tiempo, se registró un incremento del 168% en las causas iniciadas en la Unidad Judicial Especializada en Violencia de Género, Familiar y Sexual, según datos del Ministerio Público Fiscal (MPF).
Abuso sexual
Los abusos sexuales constituyen una de las formas más graves de violencia de género. Especialistas advierten que es un delito poco denunciado, en comparación a otros. Aún así en Córdoba constituyen el sexto delito de los más tratados en el fuero penal.
En 2023, un 4,5% de las causas penales tratadas en tribunales (ya sea en etapa penal preparatoria como en juicios) fueron por delitos contra la integridad sexual. El dato corresponde al Centro de Gestión Estratégica y Estadísticas (CGEE) del Poder Judicial de Córdoba que, ante la consulta de La Voz, relevó los datos contenidos en el Sistema de Administración de Causas (SAC). Estos datos corresponden a todas las causas por abuso, no sólo las perpetradas contra mujeres.
El porcentaje es similar al de 2022 y 2021 (4,3% en cada año). Las causas contra la integridad sexual son el sexto delito penal tratado en tribunales luego de delitos contra la propiedad (37,8%), delitos contra la libertad (22,7%), delitos contra las personas (13,1%), delitos contra la administración pública (12,8%) y leyes especiales (6,4%).
Violencia de género y consumo
Desde el Polo de la Mujer advirtieron que en la actualidad, “las situaciones de violencia se ven agudizadas por intersectarse con otros factores de vulnerabilidad como consumo problemático, situaciones de discapacidad, vulnerabilidad socio-económica y salud mental, entre otras”. Y remarcaron que la pandemia y la situación socioeconómica influyen de manera diferencial y perjudicial en la vida de las mujeres, en relación al impacto en la vida de los hombres.
En el último congreso de la Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba (RAAC), distintos especialistas identificaron el efecto del consumo de sustancias como un factor preponderante en el incremento de la intensidad y la frecuencia de la violencia de género.
A su vez, desde el Ministerio relacionaron al consumo de sustancias como un mandato de masculinidad: “Si bien el consumo problemático de sustancias es considerado como un factor de riesgo, también debe ser comprendido dentro del mandato de masculinidad que se le impone a los varones y, por ello, las drogas operan como ritos de “endurecimiento y resistencia”; especialmente ante el dolor, el sufrimiento y el miedo; afectando la vida tanto de los varones como de las personas que los rodean”.
En ese sentido, especialistas advierten que el consumo representa un medio para afirmar la potencia de masculinidad. Por ello, este factor aparece como un ítem clave a considerar en la aplicación de los instrumentos de valoración en la atención de la víctima, en relación a la “justificación de las conductas violentas por su propio estado (alcohol, drogas, estrés) o por la provocación de la víctima”.
Reconocimiento
A comienzos de mes, el Polo Integral de la Mujer fue elegido entre 30 iniciativas de todo el mundo, como una de las cinco buenas prácticas innovadoras puesta en marcha por un gobierno regional, un reconocimiento que pone en valor el “modelo de gestión” del Polo y resalta que la iniciativa contribuye al avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
