La incorporación de tecnología en la producción ganadera es una tendencia que llegó para quedarse. Dentro de esa mayor demanda, la maquinaria para hacer más eficiente la producción está al tope de las preferencias, no solo en países con tradición ganadera, como puede ser Argentina, Brasil y Uruguay, sino en otros mercados regionales,
Eduardo Gross, responsable de la empresa Claas para todos los mercados del Norte de Hisponoamérica, incluyendo a México, observa que la situación de la agricultura y ganadería en la región está teniendo un grado de especificación bastante interesante y que abre varios mercados para la maquinaria agrícola.
Dentro de esa apertura se inscriben los equipos de mucha tecnología y con conectividad, como así también equipamiento para pequeños productores, con menos tecnología pero que permiten trabajar pequeñas áreas con un buen índice de amortización.
“Esto parece un detalle pero en realidad es un tema importante ya que la gran producción en zonas tropicales y principalmente en Centro América (quizás con la excepción de México) un gran volumen productivo esta en manos de productores pequeños”, sostiene el ejecutivo.
A nivel de lo que es la escala y el perfil en la región, Gross afirma que Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia comparten muchos aspectos. “Dejo de lado Chile porque tiene características agroclimáticas y una cultura en cuanto a diversidad de cultivo y climas que lo hacen particular. El país trasandino se parece mucho en sus cultivos, forma de trabajo y hasta en escala es muy similar a Europa, en especial a Alemania”, aclara.
Por fuera de los países de la región con modelos de producción para los cultivos más tradicionales, aparecen también Colombia y Perú con el desarrollo de la caña de azúcar.
“Arroz tenemos en toda la región y luego ya pasamos a economías mas específicas como palta, Mango, ananá, palma africana, plátano, que demandan en algunos casos maquinaria específica y una gran diversidad de tamaños y configuraciones de tractores”, opinó.
Sobre la ganadería en la región, Gross asegura que ese está profesionalizando mucho en cuanto a la alimentación.
“Podemos dividir el sur de la región, con maquinaria de mayor porte, picadoras autopropulsadas y grandes extensiones para picar en Argentina Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil. En cuanto a la demanda de estos equipos, podemos sumar a México que tiene una escala y cultivos similares a nuestro país”, resaltó.
Por una cuestión climática y geográfica, el norte de América del Sur y Centro América demanda equipos de menor porte.
“Cuando se analiza la diversidad o diferencia de equipos que se introducen, por ejemplo, en Ecuador o Colombia, una cosa es trabajar en las zonas bajas con tierras más planas y clima caliente y otra es en las zonas de sierras o alturas donde el porte de la maquinaria cambia y además la temperatura es más baja demandando otros sistemas de reservas de forraje”, diferencia.
Por eso sostiene que no es casualidad que en Colombia, a modo de ejemplo, se comercialice el silo en bolsas de 50 kilos, debido a que veces el establecimiento lechero está en una zona fresca y alta, donde la producción de maíz es más baja y de menor calidad, y han necesitar de fletar el forraje.
A partir de estas descripciones, Gross llega a la conclusión de que no existe maquinaria o sistema similar para toda la región
“Si bien el proceso productivo o los conceptos agronómicos pueden ser similares, la necesidad de forraje también, pero la maquinaria que se adapta, en primer lugar, por una cuestión de escala y luego a la geografía y al clima de cada una de las regiones.
Por fuera de lo que es la región templada del continente, el ejecutivo afirma que los mercados tropicales y de Centro América son tentadores para las empresas de maquinaria agropecuaria.
“Si bien exige un trabajo de mayor conocimiento por su variabilidad o diversidad productiva, claramente es tentador. En algunos casos por ejemplo como el forraje, si juntamos la demanda de maquinaria de Centro América hacemos el volumen del mercado argentino”, resaltó.
Debido a ello le asigna a futuro mucho desarrollo tecnológico y comercial a esa región.
“Es cuestión de tiempo y decisión. Hoy el mundo demanda productos a una velocidad muy superior a lo que ocurría 10 o 15 años atrás. Solo es cuestión de un ordenamiento productivo y que los actores del sector decidan atender esos mercados tal como lo están haciendo las empresas que buscan atender mercados con características particulares”, indicó Gross, quien ponderó las condiciones climáticas y de suelo del continente Americano como proveedor de alimentos a nivel mundial.
