El conflicto entre Israel e Irán está impactando en el precio del petróleo. Sucede que el Estrecho de Ormuz es un brazo de mar angosto entre el Golfo de Omán, localizado al sudeste de Irán, y el Golfo Pérsico, al sudoeste.
Actualmente, tiene importancia estratégica debido a que se encuentra en la salida del Golfo Pérsico, que es rico en petróleo y su ancho es de 60 a 100 kilómetros.
Casi el 20% del petróleo del mundo y aproximadamente el 35% comercializado por mar pasa por el estrecho, por lo que es un punto estratégico muy importante para el comercio internacional.
Los Emiratos Árabes, principales exportadores de petróleo del mundo y que comercializan a través de este estrecho, están viendo una amenaza creciente del conflicto, que tiene impacto en el precio del barril.
Hoy el barril cotiza a U$S 73, cuando en el mes de mayo cotizaba a U$S 63. Este aumento en el precio del petróleo podría tener impacto directo sobre las commodities agrícolas, al ser una variable de ajuste en el costo de los fletes marítimos, y podría impactar en el precio final de los granos.
Por el momento, el mercado de Chicago está siguiendo los fundamentals propios de oferta y demanda del mercado americano y a nivel global.
En el caso del poroto de soja, el mercado recuperó toda la pérdida que se produjo el viernes 4 de abril, cuando la guerra de aranceles impactó con la baja de acciones y de de los bonos e indujo la salida de los fondos de inversión en soja.
Hoy la oleaginosa cotiza a U$S 393,5, muy por encima del nivel previo a la guerra de aranceles.
Chicago confirma una baja de U$S 8 por tonelada de aquí a septiembre (por el ingreso de la nueva cosecha americana). A partir de octubre, se produce un cambio de tendencia, con subas de U$S 18 hasta marzo de 2026.
Este puede ser “el factor” que impulse a la suba el precio de la soja en nuestro mercado.
La harina de soja en Chicago mantiene una tendencia muy firme. Desde julio 2025 (U$S 322) hasta junio de 2026 (U$S 348), el mercado espera que suba U$S 26.
Este es un indicador de la firme demanda de harina de soja en el mercado doméstico estadounidense, que puede impactar a la suba en el precio del poroto.
Hay un nuevo impulso al diésel de biomasa generado en Estados Unidos, y un castigo al biocarburante y las materias primas importadas, en especial el aceite de cocina usado procedente de China.
Esta última semana, se conoció la noticia de que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) definió la política para los biocombustibles en el país del Norte.
La sorpresa que dejó a los inversores, apurados por sumar posiciones compradas en soja y en aceite de soja, tiene que ver con la propuesta de la EPA respecto de aumentar la cantidad de biocombustibles que las refinerías de petróleo deben mezclar con carburantes tradicionales durante los próximos dos años, impulsados por el aumento en los mandatos de diésel de biomasa.
Conocida la propuesta de la EPA, el aceite de soja marcó límite de suba en el mercado de Chicago.
Tras meses de indefiniciones sobre el tema, la industria de los biocombustibles acogió con satisfacción la medida, que también incluye disposiciones para desincentivar las importaciones de biocombustible foráneo y el uso de materia prima extranjera.
El impacto sobre los precios de la soja y del aceite fue inmediato, dado que este último podría recuperar el protagonismo que perdió a manos de materias primas como el aceite de cocina usado procedente de China, producto que ahora tiene prohibida su importación.
Como vemos, el mundo enfrenta cada vez más conflictos intra y extramercados que, en algún momento, podrán impactar en la tendencia de los precios de las commodities agrícolas.
A todo este escenario global, se agrega la situación interna en la Argentina, con el principal condimento adicional del mercado: el vencimiento el 30 de junio de la baja temporal de las retenciones, y el regreso al 33% para el grano de soja y del 31% para el aceite y la harina de soja.
