El stock ganadero argentino cayó en 2019, 2020 y también habría caído el año pasado. Como consecuencia de la seca durante este verano es probable que el stock también caiga a fines de este año.
Se darían así cuatro períodos consecutivos de caída, con una reducción acumulada desde fines de 2019 que podría llegar a los 3 millones de cabezas (-5,5%).
Tanto en Estados Unidos como en Uruguay y Argentina se está registrando un fenómeno, a primera vista, contradictorio: la caída del stock en un contexto de altos precios para el ganado.
El precio actual del novillito en Liniers resulta en términos reales un 83% más alto que el promedio del período 2005-2021, mientras que el ternero de invernada es un 52% más alto y el maíz un 63%.
El valor actual del dólar libre resulta hoy un 42% mayor -a moneda constante– que el promedio del período 2005-2021. Desde que se inició la administración de Alberto Fernández, en diciembre del 2019, la inflación fue 117% y el precio de la hacienda de consumo subió un 239%.
Mercado internacional
En 2000, las importaciones de carne vacuna, ovina, aviar o porcina de China participaban entre el 1% y el 7% del consumo doméstico del gigante asiático. En 2020, el 6% del consumo de carne aviar era importado, al igual que el 10% de la carne de cerdo, 14% de la carne ovina y 30% de la carne vacuna.
China no tiene ventajas comparativas ni tampoco competitivas como para producir carne vacuna.
Una proyección reciente del Usda sostiene que todo aumento en el consumo per capita de carne bovina en los años próximos será provisto con carne importada.
El consumo actual de carne vacuna en China se ubica en los 7 kilos por persona y se proyecta que en los próximos 10 años la ingesta se incrementará unos tres kilos. Para lo cual sería necesario aumentar las importaciones en más de 4 millones de toneladas.
Hace unos días, el Gobierno chino dio a conocer sus objetivos en materia de producción de todo tipo de carnes para 2025. Apunta a los 89 millones de toneladas, a partir de los 77,5 millones de toneladas del 2020.
Para dentro de tres año proyecta una producción de 55 millones de toneladas de cerdo y 22 millones de toneladas de carne aviar, pero sólo 6,3 millones de toneladas de carne vacuna, prácticamente el nivel actual.
Como consecuencia de la suba de los precios internacionales, el mercado mundial de la carne vacuna crece no sólo en volumen, sino también en valor.
Durante el año 2021, el primer exportador mundial –expresado en facturación– fue Estados Unidos, que vendió por valor de 9.265 millones de dólares, un 42% más que en el año 2020. Lo siguió Brasil, con 7.967 millones de dólares (+7%): Australia, con 6.824 millones (+4%); Canadá, con 3.159 millones (+43%); India, con 3001 millones (+7%); Nueva Zelandia, con 2.848 millones (+19%); Argentina, con 2.784 millones (+2%); Uruguay, con 2.395 millones (+54%) y Paraguay, con 1.557 millones (+39%).
