El reporte semanal de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) incluyó un informe sobre las perspectivas climáticas para lo que resta de la campaña de invierno y el inicio de la siembra gruesa.
Del documento se desprende que el escenario climático, tanto a corto como a mediano plazo, asoma “neutral”. Esto quiere decir que tanto las lluvias como las temperaturas se mantendrían en torno al promedio histórico, más allá de fenómenos extraordinarios que puedan manifestarse de manera regional. Lo más importante es que luce alejada la posibilidad de que un fenómeno “La Niña”.
Esta perspectiva coincide con la última perspectiva estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico central se mantuvieron en un nivel débil de El Niño durante junio y principios de julio, mientras que las anomalías de temperatura de las aguas subterráneas se enfriaron a casi el promedio. Algunos patrones en la atmósfera continúan mostrando condiciones de El Niño intermitentemente”, subrayó la ORA.
Y añadió que los pronósticos de modelos colectivos muestran una probable transición de condiciones débiles de El Niño a neutrales, a fines del invierno.
En concreto, hasta noviembre el pronóstico de consenso es un 60 por ciento de probabilidades de un escenario “neutral”. A partir de diciembre, y hasta abril de 2020, esta previsión tiene el 50 por ciento. En este último período, que es el fundamental para la producción granaria argentina porque incide en las cosechas de soja y maíz, las chances de El Niño se ubican en torno al 35 por ciento.
“Si bien la fiabilidad de este pronóstico comienza a aumentar a partir del mes próximo, aparece ahora como una buena perspectiva para la campaña 2019/20 que la probabilidad actualmente asignada a un evento La Niña en el verano próximo sea de apenas 15 por ciento”, indicó la ORA.
