El notable crecimiento de la producción brasilera de soja tiene el motor central en el estado de Mato Grosso, que según un relevamiento realizado por investigadores brasileños, si fuera un país ocuparía el tercer lugar en el ranking global de productores de la oleaginosa, solo por debajo de Brasil y Estados Unidos y levemente por encima de Argentina.
En la cosecha 2022/23, ese estado del oeste brasileño espera obtener algo más de 41 millones de toneladas de soja, casi un tercio de las 153 millones de toneladas que cosechará Brasil, mientras que para Argentina los investigadores estimaron una cosecha de 33 millones de toneladas, que según los cálculos locales suenan bastante optimistas.
En Argentina, por el dramático efecto de la sequía, las olas de calor y las heladas, ya se habla de un volumen cercano a 25 millones de toneladas.
Según la Empresa Nacional de Abastecimiento (Conab), a pesar del clima adverso de esta campaña, la producción total de granos en la cosecha 2022/23 en Brasil se estima en 310,9 millones de toneladas, con la soja como principal producto y una importante cosecha de maíz que rondaría los 125 millones de toneladas. De confirmarse, el volumen total de granos brasileros representa un aumento del 14,5%, es decir, 39,3 millones de toneladas más por cosechar que la temporada pasada.
Mientras tanto en la Argentina la Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé que la cosecha de la oleaginosa sea de 25 millones de toneladas, la cifra más baja desde la campaña 2000/2001.
Según el último informe de la institución porteña, el clima fue determinante para la drástica baja de la producción sojera. Primero, la sequía que viene golpeando desde junio del año pasado. luego, se sumaron las heladas tempranas durante febrero. Y por último, la última ola de calor que azotó al país desde el 27 de febrero, con temperaturas que superaron los 40 grados.
Así, previendo rendimientos muy pobres (los más bajos en 22 años) e importantes pérdidas de área cosechable en soja de segunda, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo a 25 millones de toneladas la proyección, una caída del 42% con respecto al ciclo anterior.
Si se concreta esta cifra, será la más baja desde el 2000/2001, fecha que comenzó la Bolsa porteña a revelar los datos. Incluso, será más baja que el ciclo 2008/2009 (32 millones de toneladas). muy recordado por los productores que también estuvo muy afectado por la sequía.
La paradoja del avance de la oleaginosa en el Mato Grosso es que puede resultar perjudicial para la producción agrícola de todo el continente, ya que según demostraron los mismos investigadores brasileros, la deforestación sobre la cual avanzó la siembra de soja está cambiando de forma drástica el régimen de lluvias, que en el mismo estado de Mato Grosso ya se retrasó un mes en promedio.
Este texto se publicó previamente en Clarín Rural
