China y Estados Unidos acordaron prolongar la tregua comercial y dentro de las negociaciones se anunció que el país asiático comprará mucha más soja y sorgo estadounidenses.
En una primera lectura podemos considerar que este acuerdo puede perjudicar a nuestro país, pero debemos evaluar mejor cada uno de los productos para sacar conclusiones de impacto en los mercados.
Para comenzar, el primer exportador de poroto de soja a China es Brasil, y en segundo lugar estaba Estados Unidos, luego de que el país asiático decidiera suspender las compras de soja americana durante casi todo el año.
Argentina no es un habitual exportador de soja a China; lo que sucedió este año fue que los exportadores decidieron aumentar sus embarques de poroto, ya que les convenía esas operaciones más que procesar el grano para convertirlo en harina y aceite de soja, que tenían márgenes de molienda negativos.
La decisión de exportar poroto en lugar de aceite y harina de soja ha sido una decisión económica y de márgenes; la exportación de poroto daba márgenes positivos (ganancias), mientras que la molienda de soja daba márgenes negativos o de pérdidas.
Además, aun hoy, el precio FOB de soja para los puertos de up river es más barato que el precio FOB Paranagua de la soja de Brasil. Por eso China aprovechó esta oportunidad y le mostró a Estados Unidos que podía importar soja no solamente de Brasil sino también de la Argentina.
Esa decisión generó un conflicto con los farmers de soja estadounidense que reclamaron a Trump por la ayuda que le dio a Argentina; en momento en que el país exportaba soja a China quien había desplazado al mercado estadounidense como proveedor.
Podemos decir que las exportaciones de poroto de soja a China han sido una excepción para nuestro país, aprovechando una situación coyuntural de mercado, en medio de la guerra de aranceles entre las dos principales potencias del mundo.
Ahora que la relación entre China y Estados Unidos tiende a normalizarse es probable que los mercados vayan buscando carriles más normales y que respondan a los verdaderos factores de oferta y demanda, y no a las distorsiones como las que tuvimos durante este año.
Hay que tener en cuenta que Argentina es el país más competitivo en exportaciones de aceite de soja y de harina de soja del mundo ¿La razón? La gran eficiencia de molienda de su industria aceitera.
En el último informe publicado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el país es el primer exportador de harina de soja con 30 millones de toneladas, seguido por Brasil con 23, 2 millones de toneladas y Estados unidos en el tercer lugar con 17,4 millones de toneladas.
Hoy nuestro principal adversario en el comercio mundial es Brasil, cuya producción de soja aumento de 100 millones a 175 millones de toneladas en la última década, y la producción de soja argentina sigue estancada en el mismo nivel de 45/50 millones de toneladas.
En el caso del aceite de soja, Argentina es el primer exportador con 6,45 millones toneladas seguido por Brasil con 1,3 millones y estados unidos con apenas 320.000 toneladas exportadas.
Con respecto al sorgo, el volumen de exportación de argentina a china para 2025 se proyecta en aproximadamente 1,8 millones de toneladas.
Argentina ha aumentado sus ventas a ese país en un 16% en lo que va del año en comparación con 2024, convirtiendo a ese destino en principal comprador del cereal argentino, absorbiendo el 89% del total exportado.
En este caso, la decisión del gobierno chino de comprar más sorgo estadounidense es probable que tenga un impacto directo sobre las exportaciones de argentina con efecto bajista para nuestros precios.
Lo que todavía no se sabe es en qué momento comenzarán las ventas de sorgo americano al país asiático, para poder saber cuándo será el impacto bajista sobre nuestro mercado.

























