En el último año los fármacos a base de semaglutida, bajo los nombres comerciales de Ozempic, Rybelsus y Wegovy, se popularizaron a nivel global a raíz de su eficacia para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y por su capacidad para ayudar a perder peso.
La fama de la “droga mágica” explotó desde que celebridades de Hollywood mencionaran abiertamente de su uso y la notoriedad fue tal que hasta llegó al país como si fuera una solución milagrosa.
Ayudada por las redes sociales, las menciones de Wegovy y Ozempic se multiplicaron por su acción rápida y con resultados visibles.

Pero detrás de ese furor, especialistas advierten sobre los riegos para la salud y la banalización del uso del medicamento. ¿Cuáles son los efectos? ¿Cualquiera puede usarla?
María José Almada, directora del posgrado en Nutrición Clínica del Colegio de Nutricionistas de Córdoba (CNC), explicó a La Voz que estos medicamentos son muy buenos si están bien indicados para pacientes con obesidad.
“El problema es que muchas personas los están usando sin receta médica para bajar de peso rápidamente, como un recurso mágico, lo cual es un error”, afirmó la nutricionista.
A pesar de su alto costo, “se vende como pan caliente”, añadió.
Y relató que en los consultorios médicos sobre obesidad, entre el 50% y 60% de las personas tratadas piden que los especialistas les receten la droga sin un estudio previo para saber si están en condiciones de usarla.
Riesgos por mal uso
El uso del Ozempic o similares presenta riesgos importantes para la salud si no se utilizan bajo estricta supervisión médica.
La nutricionista recomendó acompañar el consumo de la medicación con un plan alimentario adecuado y actividad física regular para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios.
“Estos medicamentos son una herramienta para tratar la obesidad, pero no una solución mágica para bajar de peso sin esfuerzo”, aseguró.
Almada expresó que dentro de los riesgos que implica la medicación sin un control médico, hay farmacias que la venden sin receta, incluye la intolerancia gastrointestinal: náuseas, vómitos, malestar intestinal.
También la pérdida de masa muscular, lo cual afecta negativamente en la fuerza y el metabolismo; el riesgo de sufrir hipoglucemias en pacientes diabéticos que usan insulina; y un posible efecto rebote al suspender el medicamento sin supervisión, recuperando el peso perdido.
“Muchas personas la toman por un mes y bajan entre 5 a 8 kilos, pero al mes siguiente ya no pueden comprarla porque es cara y entonces tiene un efecto rebote”, contó.
También indicó que otro de los riesgos es que al ser una droga que quita mucho el apetito, y la persona pierde vitaminas y nutrientes, habrá personas malnutridas.
“Y es un peligro sobre todo si se tiene en cuenta que el país está tercero en el mundo con trastornos alimentarios por la cultura de la delgadez”, sentenció.
Contra la obesidad
Mónica Katz, médica especialista en Nutrición y directora de la diplomatura de Obesidad de la Universidad de Favaloro, dijo a La Voz en Vivo que el grupo de fármacos para el tratamiento del sobrepeso y obesidad harán historia, de los cuales la semaglutida es la primera.
“Nunca antes tuvimos un fármaco eficaz y seguro para las personas que deben usarlo”, remarcó.
Y subrayó que la semaglutida debe ser prescripta por médicos en los casos donde es necesaria.
“No es un fármaco para bajar de peso, mejora el control sobre la comida, mejora el riñón, previene infartos, ACV, diabetes y otras patologías”, remarcó.
Hay una obsesión de muchos argentinos por el cuerpo delgado (después de Japón y Corea, Argentina ocupa el tercer puesto con esta patología), lo que provoca trastornos alimentarios y malestares corporales, “y se confunde la importancia de estos fármacos importantes y se los toma con liviandad”, aseveró.

“Ese es el problema”, resaltó. Y sumó: “Una cosa es quedar atrapada en la obsesión de la delgadez que en el país es una paradoja porque siete de cada 10 adultos tiene exceso de peso”.
La especialista es una de las impulsoras del proyecto de ley nacional sobre prevención, control y tratamiento de la obesidad que espera tratamiento en el Congreso. “Esperamos que salga, porque los pacientes no pueden esperar”, señaló.
A favor y en contra
De acuerdo a los especialistas, la medicación tiene a favor que la persona logra un descenso rápido, deja de tener hambre emocional porque actúa sobre el cerebro y el sistema digestivo, y que de un día para el otro pareciera que encontró la fuerza de voluntad que antes no tenía para decirle que no a algo rico o que le gusta mucho.
Y en contra porque es cara, genera hinchazón y problemas gastrointestinales. El tratamiento es crónico, como la enfermedad: para tener éxito duradero se debe acompañarlo de dieta y ejercicio físico.
Cuál es la diferencia entre Wegovy y Ozempic
Tanto Wegovy como Ozempic son producidas por el laboratorio Novo Nordisk, pero para distintos usos.
El Ozempic, en dosis bajas mejora los valores de insulina y glucosa en los diabéticos. Y Wegovy es un fármaco que es específicamente para quienes necesitan perder peso, por obesidad y sobrepeso, y mejorar sus órganos, con grasa, como el riñón, el corazón, el cerebro, el páncreas, entre otros. Es inyectable, y se aplica una vez por semana.

Para mejorar la calidad de vida de estas personas, Wegovy llegará al país en octubre de 2025. Si bien en agosto de 2023, el medicamento ya contaba con la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), pero por la alta demanda en otros mercados internacionales no había disponibilidad.